Con la puerta en las narices

Larrazabal, de nuevo sustituto de Artola, y Mariezkurrena II dieron con la puerta en las narices a Peña II y Albisu en el serio, intenso y equilibrado toma y daca que cerró ayer en el Beotibar de Tolosa la segunda jornada del Campeonato de Parejas. En el encuentro aplazado 72 horas por la humedad que dejó impracticable el frontón el viernes, los Jon Ander se quedaron con la miel en los labios tras llevar la delantera en el marcador desde el 12-12 y fabricar una ventaja de tres tantos con visos de definitiva en el 21-18.

Resultó insuficiente porque Larrazabal paró de gancho la pelota en el 21-19, Albisu falló de derecha en el 21-20 una pelota sin veneno alguno, subió el 21-21 al electrónico el delantero de Olabezar gracias al mejor gancho de la tarde y el último derechazo de Mariezkurrena se le montó al zaguero ataundarra en el definitivo 21-22.

Las estadísticas ayudan a entender los partidos, pero no siempre hacen justicia a las actuaciones individuales de los protagonistas. Los ocho tantos perdidos invitan a pensar que Albisu jugó mal. Esa valoración corresponderá a quienes no vieron en directo el encuentro. La mayoría de los presentes en el Beotibar defenderá lo contrario. Rindió a un nivel altísimo y mantuvo a raya a Jon Mariezkurrena, tarea complicada el noventa y cinco por ciento de las ocasiones. Respondió a los derechazos del zaguero de Berriozar, la zurda le funcionó de maravilla y mantuvo a raya las ansias rematadoras de Larrazabal.

Lástima de las tres o cuatro pelotas sin aparente dificultad falladas de derecha. Le dolieron los dos buenos zurdazos a la chapa de arriba nada más empezar, en el 3-1 el primero y en el 3-3 el segundo. No hicieron mella ni en su moral ni en su juego.

Cada vez que Mariezkurrena aceleró, encontró Albisu la manera de frenarle. Fraguó incluso creó situaciones para pasar al ataque en las que también él fue capaz de poner lejos la pelota y arrimar a la pared izquierda.

Le faltó a Albisu mayor aportación ofensiva de Peña. Autor de bonitos derechazos atrás al principio, bajó después su rendimiento con esa mano. Y el de la zurda no alcanzó en ningún momento el nivel de sus mejores tardes. Ni de lejos.

De los siete tantos de jugada suyos dos fueron verdaderos churros producto de sendas escapadas. Y los cuatro de saque cabe asignarlos a errores de ambos oponentes al intentar devolverlos. Renqueó en ese apartado Peña, si bien no se le puede negar intensidad y mayor solidez que otras veces.

Algo parecido cabe achacar a Larrazabal en el cómputo general, aunque el gancho del penúltimo tanto levantara ese murmullo de admiración tan característico del frontón, más elocuente que los propios aplausos. Eso sí, emergió el joven en los momentos calientes, mientras que Peña no firmó ningún tanto de cosecha personal desde el 16-14. Le faltó al tolosarra dar el paso adelante acorde a la diferencia que debe existir entre un delantero titular de Baiko asentado en las grandes competiciones y uno suplente en busca todavía de dar ese salto que se le presume por aptitudes.

Mariezkurrena demostró por su parte que lo sucedido en Estella durante la primera jornada fue un desliz. En un encuentro de exigencia alta, la derecha le funcionó como acostumbra. Sucede que chocó con un Albisu en plan titán durante muchos tantos. En el debe hay que apuntar al de Berriozar cinco pelotas perdidas en un choque donde la chapa sonó nada menos que ocho veces. Cuatro penalizaron a Albisu, dos a Mariezkurrena y una a cada delantero.