La defensa también gana partidos
Darío sabe sufrir y tira de físico ante un correoso Zabala para sumar el primer punto de la liguilla de cuartos en el Ogueta
Hay una frase que en algunos deportes es axioma: 'El ataque gana partidos. La defensa gana campeonatos'. No es mentira, pero en pelota una buena ... defensa te puede llevar a la victoria de manera puntual. A ella recurrió ayer Darío en el Ogueta para derrotar a Zabala en el derbi riojano que 25 años después se reeditó en la competición reina. El de Ezcaray supo defenderse de manera magistral cuando el de Logroño le exigió, y gracias a su mejor físico pudo rematarle en el tramo final de un partido que excedió la hora de duración y los 300 pelotazos.
Y es que el partido fue exigente al máximo. Ambos pelotaris le dieron mucha velocidad al juego, mucho ritmo, y exhibieron todo su catálogo de remates, varios de ellos de mucha brillantez. Pero terminó decidiendo la capacidad para resistir de Darío, con quien ya se contaba en las quinielas y que ayer refrendó su categoría de especialista del mano a mano.
Elogios merece Darío y no menos Zabala. Espléndido en el arranque y más espléndido aún para rehacerse cuando los derroteros del partido iban en su contra. No hay que descartarle si repite una actuación como la de este viernes.
Darío
22
-
17
Zabala
-
Tiempo de juego: 63 minutos y 50 segundos.
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Pelotazos a buena: 315.
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Tantos de saque: Darío, 4; Zabala, 2.
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Faltas de saque: Darío, 0; Zabala, 0.
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Tantos en juego: Darío, 12; Zabala, 10.
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Tantos perdidos: Darío, 5; Zabala, 6.
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Marcador: 0-4, 4-4, 4-5, 6-5, 6-9, 8-9, 8-11, 14-11, 14-12, 16-12, 16-17 y 22-17.
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Momios de salida: 100 a 80 a favor de Darío. 60 a 100 por abajo.
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Incidencias: Frontón Ogueta. 652 espectadores.
Comenzó firmando los cuatro primeros tantos del choque, y aunque Darío se rehizo para firmar la primera de las seis igualadas del partido, alcanzó el ecuador del mismo con ventaja (8-11).
Fue entonces cuando el de Ezcaray comenzó a hacerle daño. Recuperó el saque con un magnífico resto al ancho; le movió en el siguiente para finiquitarle con una dejada y un pelotazo atrás; y luego con un tanto de saque. A Zabala comenzaba a pasarle factura el físico.
Mucho más entero, Darío siguió martilleando y ni siquiera una dos paredes que los jueces le dieron por mala –no lo fue– le desestabilizó (16-12).
Descanso reparador
La suerte de Zabala pareció echada, pero el de Logroño demostró que es un pelotari importante. Tras un descanso se rehizo, se anotó dos tantos, otro más de saque, lo que unido a dos errores de Darío le devolvió el mando de las operaciones (16-17).
El de Ezcaray solicitó entonces otro descanso del que volvió como nuevo. Una dos paredes, una pelota cruzada y dos ganchos le encaminaron hacia el triunfo (20-17). Pudo recuperar el saque Zabala, pero la defensa de Darío con el tanto dominado le terminó sacando de punto y cometió un error que fue definitivo. Una dos paredes fue la rúbrica de Darío a una victoria muy sufrida.
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