Larrazabal es más Larrazabal si falla poco

Esos ganchos eléctricos tan característicos de su repertorio provocan dos reacciones entre el pelotazale según el desenlace: admiración si es tanto o decepción en caso de error. Casi nadie hablará hoy de ese último gancho suave, pero Larrazabal se ha clasificado por primera vez para la liguilla de cuartos de final del Campeonato del Cuatro y Medio. Es lo que realmente vale.

Este logro se une a su condición de semifinalista en el Manomanista y confirma la línea ascedente de un pelotari de posibilidades inmensas penalizado a menudo por la tendencia al error en las tres modalidades. Conviene no olvidar que tiene aún 23 años.

La diferencia de velocidad a la que sale la pelota de las manos de Larrazabal y de las de Zubizarreta III condicionó por completo el desarrollo de la eliminatoria este domingo en un Astelena al que el de Olabezar saca chispas. Ese frontis tan vivo le ayuda. Ya lo consiguió en su recordada victoria ante Altuna III en el Manomanista.

El alavés impuso su ritmo y obligó en todo momento al ataundarra, cuyas piernas, cuya defensa, cuya intuición y cuyos efectos resultaron insuficientes. Los antecedentes en el acotado eran buenos y esperanzadores para el pelotari formado en el club Lapke. Pero la progresión de su compañero en las filas de Baiko y esta vez adversario es indudable.

Necesitaba sacar mejor Iraitz Zubizarreta para compensar la inferioridad en el peloteo. No acertó en ese apartado como sabe y le gusta. También le hacía falta que el rival se enredara en su propia tela de araña como en ocasiones anteriores. Larrazabal falló siete pelotas. No es un número bajo. Sin embargo, controló los saques, evitó las faltas con el primer pelotazo, restó con solvencia -progresa adecuadamente en esa faceta- y no pasó de la raya del cuatro y medio ninguna vez.

Le faltó a Zubizarreta III encontrar una racha de tantos que provocara verdadera preocupación en el ánimo y la mente de Larrazabal. Su mayor tacada fue de cuatro tantos, detenida por un descanso de Iker Iriarte, el botillero del poderoso delantero de Olabezar.

Los pelotaris con semejante pegada acostumbran a ser incómodos. También dentro del cuatro y medio a pesar de que la distancia puede cortarles el viaje del brazo. Además de castigar con la derecha, recurrió en varias ocasiones a la botivolea y la manera en la que desplazó la pelota de zurda por la pared izquierda puede ayudarle en esta distancia. Es mejor evitar su volea para esquivar problemas mayores.

Larrazabal pasa a formar parte del grupo B junto a Ezkurdia y los dos cabezas de serie, Peio Etxeberria y Jaka. Van a cruzarse pelotaris de variado estilo, circunstancia que añade atractivo a los duelos. No va a ser fácil someter al novel en el peloteo.

Por el otro lado del cuadro, componen el grupo A los cabezas de serie Altuna III y Peña II y los nuevos en esta fase del torneo, no bisoños, Zabala y Bakaikoa, dispuestos a dar guerra.