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Joseba Lezeta
San Sebastián
Lunes, 21 de abril 2025, 17:14
Cuando se retiró de la cesta punta en 1983 a los 47 años, Patxi Txurruka confesó el porqué de su decisión. «Supe que era hora ... de dejarlo cuando mis ojos eran más rápidos que mis piernas». El sábado cerró por última vez sus ojos en el Bridgeport Hospital, donde ingresó el jueves tras sentirse indispuesto en su domicilio de Stratford, en el estado de Connectitut, y ser evacuado en ambulancia. Fuentes cercanas a la familia apuntan que «las lesiones y el derrame cerebral eran irreversibles».
La cesta punta llora la pérdida del mutrikuarra Patxi Txurruka, fallecido a los 89 años en Estados Unidos. Los había cumplido el 1 de abril. Zaguero legendario, venció en todos los torneos de prestigio de su época y alternó con los mejores durante varias décadas. Le llamaban el 'Babe Ruth del Jai Alai' y en México le apodaron 'El Sultán'.
Juan Ignacio Zulaika escribió de Txurruka que su majestuosidad «era de tal calibre que yo nunca jamás he visto cosa igual sobre cancha alguna. Sus movimientos estaban dotados de una armonía que más que jugar a un juego parecía interpretar alguna especie de danza clásica».
Xabier Egurbide, el IV de la saga y primo del I, José Antonio, compañero y rival de Txurruka en tantas tardes, recuerda a Patxi «como un gran amigo. Fue el número uno durante una época, una figura absoluta. Relevó a Chucho Larrañaga. Era muy completo. Empleaba lo mismo el revés que la derecha, veía bien el juego, cubría cancha, reboteaba...».
Patxi Txurruka debutó como profesional a los 16 años en el frontón de La Coruña. Jugó después en Zaragoza, de donde dio el salto a México. Estuvo en La Habana desde 1956 a 1958. Entre 1955 y 1968 alternó la temporada de Miami con el verano en el País Vasco. La huelga de pelotaris cortó después su carrera en Estados Unidos, país al que regresó en 1976 para desarrollar su última etapa como puntista. Posteriormente asumió la tarea de intendente en el frontón de Bridgeport.
El expuntista Juan Ignacio Zulaika subraya que «fue máximo ganador de quinielas y de singles. Asimismo, se impuso en el ranking de individuales de Miami en cinco temporadas: 1960/61, 1962/63, 1963/64, 1964/65 y 1967/68. Chucho Larrañaga le arrebató el único que se le escapó en ese periodo».
Destaca Zulaika que «Txurruka es el zaguero más elegante que he conocido. Tenía ya 33 años cuando yo debuté a los 16. Fernando Orbea decía de Patxi que era el mejor que había conocido. Daba más ventajas que nadie en las combinaciones. Hay quienes comentan que dominaba sobre todo en el frontón de Gernika. Pienso que lo hacía en todos los sitios. Aguantaba medio partido de revés y después empezaba a soltar la derecha».
Cuenta el propio Zulaika que un día en el Jai Alai de Gernika, «a rebosar de gente, 'El Sultán' y Ondarrés eran contrarios. El tanto fue larguísimo. Ante el ataque de Ondarrés, Txurruka levantó tres txik-txak increíbles. El rumor del público in crescendo. De pronto, 'El Sultán' interceptó la pelota con su derecha y soltó una dos paredes finalizando el tanto. El fronton se caía, un delirio».
La Copa del Mundo de Donibane Lohizune era en aquellos tiempos el equivalente al actual Campeonato del Mundo de cesta para profesionales. Según datos recopilados, Txurruka lo ganó en cuatro ocasiones: dos veces con Egurbide I, una con Gisasola y una junto a Remen. También se llevó la Copa Martell, otro clásico.
Zulaika destaca que «ganar tantos títulos individuales siendo zaguero en una época en la que coincidió con figuras de la talla de Orbea, Ondarrés y Chino Bengoa significa algo. Los delanteros mandaban en el mano a mano».
Instalado en Estados Unidos desde hace mucho tiempo, Patxi Txurruka volvía por temporadas a Ondarroa y a Mutriku, donde conservaba una casa y en cuyo casco urbano nació. Sus padres regentaron en Erdiko kale el bar Maixa, nombre del caserío del que procede su familia.
Ayuda a entender la dimensión alcanzada por Patxi Txurruka en los frontones americanos su participación en la serie de televisión 'Mad Men', ambientada en el mundo de la publicidad estadounidense de los años 60. La historia en cuestión se refería a un elaborado plan de un cliente para promover el Jai Alai como el «nuevo pasatiempo nacional». Patxi era la figura principal del frontón.
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