En la cancha sí y no en los despachos
Ezkurdia y Martija se jugarán el martes las txapelas del Parejas en el Bizkaia de Bilbao ante Olaizola II y Urrutikoetxea tras ganar a Agirre y Albisu
Ezkurdia y Martija se jugarán el martes las txapelas del Campeonato de Parejas en el Bizkaia de Bilbao contra Olaizola II y Urritikoetxea, quienes ayer al mediodía se entrenaron en el Bizkaia con Larrazabal y Uriondo como sparrings, tras su victoria la noche del viernes, en el mismo escenario, sobre Agirre y Albisu (22-9) en el último partido de la liguilla de semifinales que tenía que haberse disputado el pasado 10 de octubre y que fue aplazado en su día por la huelga de los pelotaris de Baiko. Es la primera final para el zaguero de Etxeberri y la segunda para el delantero de Arbizu, que ya ganó la txapela en 2018 con José Javier Zabaleta.
Y lo hicieron en la cancha, no en los despachos. Como ellos querían. Cuando Borja Osés, juez único de Competición de la LEP.M, les dio por ganado el partido por 22-0 por incomparecencia de Agirre y Albisu, avalada por su derecho a la huelga, Ezkurdia y Martija siempre se mostraron partidarios de jugarlo. Entendían que la decisión era injusta, aunque fuese en contra de sus intereses. Y, después de desconvocada la huelga, esperaron pacientemente a que llegase el día.
Ezkurdia y Martija, que se presentaba tras haber dado positivo por coronavirus y solo había disputado un partido desde que recibió el alta, partían como favoritos y cumplieron los pronósticos. Jugaron juntos todo el campeonato, mientras que Agirre y Albisu lo habían hecho en una ocasión.
El zaguero de Etxeberri aguantó las embestidas de Albisu y basó, una vez más, su juego en la regularidad. El ataundarra también jugó bien hasta mitad de partido, aunque luego su rendimiento bajó enteros. Como en la zaga imperaba la igualdad, el duelo tenía que resolverse adelante. Y ahí fue donde Ezkurdia resolvió. Marcó la diferencia. Agirre no le hizo ningún daño. Se empeño en entrar de aire y esa no fue la decisión más acertada. Tiene el pamplonés que aprender muchas cosas todavía para plantar cara a los grandes. No estuvo a la altura.
Sin embargo, sorprendió su arranque de partido, con dos ganchos (1-3), pero poco a poco el binomino de Aspe empezó a imponer su ley. Ezkurdia se hizo con la manija del partido -impresionante el dos paredes de volea en el 7-3-. El de Arbizu estaba a gusto en la cancha. Después de encajar un parcial de 8-0, Agirre y Albisu se vieron obligados a pedir descanso para romper la racha de los de la Sakana (9-3). Pareció surtir efecto con un zarpazo del ataundarra.
Directos al cestaño
Directos al cestaño en busca de una pelota con la eludirle. Otro derechazo tremendo del zaguero guipuzcoano que llegó al rebote y un tanto durísimo de 106 pelotazos que cayó del lado de los de Baiko tras fallar de derecha Martija. Había esperanzas (9-7), pero Ezkurdia no permitió más licencias hasta llegarse al primer descanso reglamentario (12-7).
Ezkurdia-Martija
22
-
9
Agirre-Albisu
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Tiempo de juego: 65minutos y 53 segundos.
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Pelotazos a buena: 663.
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Tantos de saque: Ezkurdia, 0. Agirre, 1.
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Faltas de saque: Ezkurdia, 0. Agirre, 0.
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Tantos en juego: Ezkurdia, 9. Martija, 1. Agirre, 2. Albisu, 2.
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Tantos perdidos: Ezkurdia, 1. Martija, 3. Agirre, 6. Albisu, 6.
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Marcador: 1-0, 1-3, 9-3, 9-7, 12-7, 12-9 y 22-9.
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Momios de salida: No hubo corredores, pero el dinero salió 100 a 60 a favor de Ezkurdia y Martija. 40 a 100 por abajo.
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Telonero: Elordi y Bikuña se impusieron con claridad por 22-10 a Alberdi y Larunbe. Hubo cierta igualdad hasta el empate a ocho, a partir de ahí la pareja de Aspe fue muy superior. Elordi, bien secundado por Bikuña, fue el mejor del cuarteto. 434 pelotazos a buena en 52 minutos.
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Incidencias: partido correspondiente a la última jornada de la liguilla de semifinales disputado en el frontón Bizkaia de Bilbao a puerta cerrada.
Vuelta al cestaño tras recuperar el saque con resultado satisfactorio, pero tres errores seguidos de Albisu devolvieron de nuevo el mando a Ezkurdia y Martija (18-9). El ataundarra entró en una espiral de errores de la que no pudo salir. Agirre se contagió y, fruto de la precipitación, entró a pelotas sin ningún sentido que acabaron en tanto para sus rivales. Eskurdia y Martija merecieron ganar.