Danel Elezkano: «Es más fruto del trabajo que de mis cualidades»

- El trofeo de ganador destaca por su tamaño.

- Sí. También es bueno para coger polvo. La anterior que gané con Rezusta también era grande, pero diría que de menor tamaño.

- ¿Hubo celebración?

- Bueno, dentro de las condiciones permitidas. Me hicieron un pequeño recibimiento en Dima. Vino también gente de Zaratamo. Los amigos, la cuadrilla. Es una pena que no se haya podido disfrutar como en otras ocasiones, pero debo agradecerles todo lo que organizaron porque fue muy emocionante.

- ¿Qué hizo la mañana de ayer?

- Nada diferente. Llegué pronto a casa, para las once. Me costó muchísimo dormirme. Ya me cuesta habitualmente tras los partidos, sobre todo si son de noche, y esta vez más todavía. Creo que no soy el único al que le ocurre. No podía conciliar el sueño y me desperté pronto.

- Nada más consumado el triunfo, se puso de rodillas y a continuación corrió a la grada.

- Me vinieron muchas personas a la cabeza. La gente que ha estado conmigo en los momentos complicados. Me acordé de mi aita, que fue quien más me ayudó en esto. Y después me fui hacia Marta, la persona con la que había entrado al frontón, la que me aguanta en los malos momentos. Me vinieron a la cabeza todos los que faltaban, la familia, los amigos. Espero que lo disfrutasen.

- ¿Qué ha significado jugar con Zabaleta?

- Ha sido un placer. Su nivel de los últimos años es increíble. Es un zaguero que marca diferencias. Y más allá de lo deportivo, en lo personal también me ha hecho ilusión. Mantenemos una grandísima relación fuera de la cancha. Cuando llegué a Aspe disputé mis primeros torneos con él. Me ayudó un montón. Jugamos juntos una edición del Campeonato de Parejas que me vi obligado a dejar en semifinales por una lesión. Aparte de eso, tenemos cosas en común por carácter y ambos queríamos ganar esta txapela por la gente que nos falta. Seguro que allá donde estén, fueron quienes más disfrutaron.

- ¿Comparten carácter?

- Somos muy tranquilos. Nos gusta una vida sosegada y nos llevamos muy bien.

- No perdió un solo tanto en la final.

- Es un dato, pero lo importante es que llegamos a 22. Tampoco le doy relevancia. Es algo que debo intentar hacer. No soy un pelotari de mucho golpe que abra grandes huecos. Tengo que intentar regalar lo menos posible y acertar en el remate. Hay días mejores o peores. El domingo fue el día bueno.

- ¿Qué pensó en el 3-6 en contra?

- Tomaron la delantera porque fueron superiores, por su mérito. Pese a restar bien, nos estaban haciendo daño con el saque. Le das vueltas. Son momentos para ser fuerte, más aún cuando teníamos el recuerdo de que se nos escaparon en los dos partidos de la primera fase. Supimos sujetar ese momento. Jose me dijo que fuera valiente, que arriesgase cuando tocaba. Podemos estar contentos porque sumamos como pareja.

- Neutralizar el saque de Peña era una de sus preocupaciones.

- Sí. Es un grandísimo sacador. Le da mucha velocidad a la pelota. Creo que en ese inicio estábamos restando bien tanto cuando entraba yo de aire como al restar Zabaleta a bote. Pero es verdad que nos hacían daño con el segundo pelotazo. Albisu gozó y arrimó mucha pelota. Peña acertó en el remate. Nosotros no empezamos mal.

- ¿La segunda txapela sabe mejor que la primera?

- No sabría decirte. Sabe diferente. La primera fue muy especial porque nunca hubiese soñado con poder conseguir una, y tuve esa suerte. La segunda sabe a felicidad por la gente que ha estado a mi lado en momentos difíciles. Los he sentido muy cerca, me han ayudado muchísimo y he notado su cariño día tras día. Además, he tenido la suerte de ganar dos txapelas con dos grandísimos amigos. Me quedo con eso.

- ¿Qué hay detrás de la txapela?

- Soy bastante exigente conmigo mismo. Me ha pasado alguna vez que he llegado pasado un poco de rosca a determinadas citas. No me cuesta entrenar. En mi caso, es más fruto del trabajo que de mis cualidades.

- ¿Piensa que ha tapado alguna boca tras quedar el pasado año fuera del Campeonato?

- No, todo lo contrario. No quiero pensar en eso. Ya dije que respetaba la decisión. Supuso un golpe muy fuerte, pero me dije que iba a aprender de ello y esperaba que me valiese desde ese punto de vista. Aprendí muchas cosas. Donde más dudas tenía era en mi respuesta psicológica y conseguí darle la vuelta con el apoyo de mi gente. Vuelvo a decir que estoy muy agradecido a Aspe por haber confiado en mí en su día y por el trato que me han dado todas las personas que forman parte de la empresa.

- ¿Cuál ha sido el momento más difícil en el Campeonato?

- En un torneo tan largo todos tenemos momentos mejores y peores. Es difícil estar con la misma confianza de principio a fin. No voy a decir que jugase mal, porque sacamos los puntos y hay muchas cosas que hice bien, pero en los primeros tres o cuatro partidos no me sentía yo en la cancha. Me costaba más que otras veces ir al ataque, estaba intentando defender y no es esa mi forma de jugar. Me estaba costando lo que más a gusto he hecho hasta ahora. Hubo un partido clave, el de Labastida, en el que conseguí darle la vuelta a la situación. A partir de aquel día, he sido regular y estoy muy contento de mi Campeonato.

- Llega el Manomanista.

- Vamos a tener menos tiempo para preparar que otros años, pero a la vez es buena señal. No es la modalidad que mejor se adapta a mis características, pero he sido competitivo en las últimas ediciones y quiero mantener eso. Me gustaría poner las cosas difíciles a los rivales.