«Las vueltas, en la cama»

Colea aún la decisión que tomaron en el último tanto de la victoria por 21-22 de Urrutikoetxea y Ander Imaz sobre Olaizola II y Rezusta. Con 21 iguales y en el último de los 89 pelotazos que dieron en ese tanto para un total de 975 -récord en esta edición del Parejas-, el delantero de Zaratamo pegó una especie de cortada larga. Pegado a la pared izquierda y en la trayectoria de la pelota, Urrutikoetxea se apartó de ella y realizó un movimiento en dirección al ancho, justo hacia donde llegaba Aimar Olaizola para entrar de aire con la zurda.

Explicó y aclaró Urrutikoetxea su maniobra. «Pensaba que Rezusta llegaría desde atrás y me he apartado. Lo he hecho sin intención». No era una pelota cómoda para ninguno de los dos rivales. Aimar necesitaba entrar de aire mientras corría de lado y Beñat Rezusta se hallaba lejos.

El juez evaluó el lugar donde se encontraban los pelotaris, el desplazamiento de Urrutikoetxea y la dificultad que entrañaba devolver a buena aquella pelota antes de tomar la decisión.

Mikel Urrutikoetxea, a pesar de ser el beneficiado, declaró tras el partido que en su opinión «sí era vuelta». El análisis de Beñat Rezusta fue más amplio y comprensivo. «No es fácil para el juez, y listo. No son jugadas fáciles. Si hemos perdido es porque no hemos sabido cerrar antes el partido».

El comportamiento de los protagonistas sobre la cancha fue intachable. Las quejas no pasaron más allá de abrir los brazos y un diálogo para pedir durante unos segundos explicaciones al juez, firme en su postura.

La ausencia de público y de apuestas en el frontón también aporta moderación en lugar de crispación. Imaginen esa misma situación en carnavales de Tolosa o un día de final con manistas de épocas todavía cercanas cuyos nombres están en la mente de todos.

El expelotari Jokin Errasti es contundente en su valoración. «En directo por televisión me pareció que no era vuelta. En la repetición, por contra, cambié de opinión. Pero en la pelota, como en otros deportes, el juez toma la decisión en el momento, y punto. Más allá de si se ha equivocado o no, adelante con lo que decide. Para mí no hay polémica alguna. También me gustaría subrayar la corrección con la que actuaron los pelotaris«.

Juan Luis Ubera, organizador del desaparecido Torneo del cuatro y medio de Elgeta de aficionados, ha ejercido de juez en muchas ocasiones. «Urrutikoetxea debía apartarse, era mala pelota para Olaizola II y lo lógico era que llegara Rezusta, quien se quedó clavado a la altura del cuadro siete. Hay ocasiones en las que el pelotari debe moverse para dejar sitio. Es lo que hizo el de Zaratamo. Reconozco que con los criterios que se emplean en la actualidad, esa jugada se da vuelta. Ahora bien, Aimar necesitaba moverse hacia atrás para golpear la pelota. No era una posición franca«.

Angel Salaberria, antiguo juez de la LEP.M habitual en el Labrit, entiende que era «vuelta clara. Urruti se mueve hacia la contracancha y obstaculiza a Aimar. Es verdad que en caso de quedarse quieto la pelota podía haberle golpeado en el cuerpo al de Zaratamo, pero la realidad es que chocan y Olaizola II se queda enganchado sin poder soltar el brazo. Para mí, vuelta«.

Opiniones para todos los gustos, pero prevalece el dictamen del juez sobre el terreno.