Txikon: últimos días para intentar el K-2
Álex Txikon y su equipo llegaron ayer el campo I y hoy saldrán hacia el II ante una ventana de buen tiempo. El invierno acaba en seis días
«Ha llegado el momento, estamos preparados. El K-2 nos ha regalado instantes únicos e irrepetibles, jamás olvidaremos lo aquí vivido», escribía el ... pasado miércoles en su muro de Facebook el alpinista lemoarra Álex Txikon desde el campo base del K-2. Y lo decía porque ayer mismo se ponían rumbo hacia la cima de la segunda montaña más alta de la tierra. Hoy saldrán hacia el campo II.
Definitivamente el domingo, Álex y su grupo retornaban ya al campo base del K-2 tras participar en el rescate de los alpinistas Daniele Nardi y Tom Ballard en el Nanga Parbat. Es por lo que han tardado unos días en recomponerse y organizarse para realizar el intento definitivo, en invierno, a la cima de la segunda montaña más alta y ayer salieron del campo base instalado a 5.000 metros para llegar de tirón al campo I, situándose exactamente en los 6.044 metros de altitud, según señalaba su 'Race Tracker' que hace el seguimiento de todos sus movimientos.
Encontraron los cuerpos
El alpinista vizcaíno y su grupo se han rehecho después de unos días de angustia vividos en el rescate de Daniele y Tom, que intentaban el Nanga Parbat también en invierno. Fueron unos días de incertidumbre en los que Álex y su equipo, junto a alpinistas pakistaníes, pusieron en peligro sus vidas para tratar de recuperar y encontrar a sus colegas. «La montaña nos une», decía Álex tras vivir, como señalaba, «unos largos e intensos días de una carga emocional altísima».
Después de muchos vuelos con helicóptero, de muchos problemas para que volaran, como cuestiones militares y bélicas, problemas económicos -hay que pagar por adelantado- y estar a merced de las condiciones atmosféricas; además de incursiones por tierra en la montaña para acercarse al espolón Mummery donde perecieron por culpa de una avalancha, finalmente Álex y su gente vieron con un gran objetivo de la cámara de fotos dos siluetas de cuerpos caídos en la pared después de haber sido arrastrados por un alud. Eran los cuerpos de Ballard y Nardi confirmando que definitivamente el británico y el italiano se han quedado para siempre en las laderas heladas del Nanga Parbat.
«Hemos crecido como personas», confiesa Txikon tras participar en la búsqueda de Nardi y Ballard
Y así, el pasado sábado, la familia de Nardi dio por finalizada la operación de rescate y comunicó oficialmente que dan por perdidos a Daniele y Tom: «Estamos abrumados por el dolor. La búsqueda de Daniele y Tom ha terminado. Una parte de ellos se quedará para siempre en el Nanga Parbat. El dolor es fuerte. Ante hechos objetivos y, después de hacer todo lo posible en la búsqueda, tenemos que aceptar lo ocurrido. Estamos agradecidos a Álex, Alí, Rahmat y todo el equipo de rescate, a las autoridades pakistaníes e italianas, a los periodistas, a los patrocinadores, a los amigos que han demostrado tanta generosidad».
Hacia el campo II
Ante estos acontecimientos, ayer subieron con Álex los sherpas que le acompañan en la expedición (Cheppal, Gelsen, Pasang y Walung) al tiempo que Ignacio de Zuloaga y Félix Criado alcanzaban el campo base avanzado (6.300 m.). Los otros compañeros y el doctor Josep Sanchís se quedaron en el campo base mientras que el sherpa Nuri ha vuelto a casa a recuperarse de «unas leves congelaciones».
La idea es continuar hoy hacia arriba para intentar alcanzar el campo II fijado a 6.700 metros al que ya llegaron a finales de enero. Antes tendrán que superar esos 25 metros de verticalidad que tiene la famosa Chimenea House situada entre los dos primeros campos de altura.
Y todavía a partir de estos 6.700 metros les queda mucha tarea por delante hasta los 8.611 metros de la cima del K-2, con el hándicap de que quizás estén faltos de aclimatación. Por si fueran pocas las dificultades, no tienen equipada la parte superior de la montaña con pasos tan complicados como la Pirámide Negra y el Cuello de Botella, cerca de la cumbre. Álex y su equipo lo van a intentar. Tienen buen tiempo, en principio hasta el próximo martes: «Haremos todo lo que esté en nuestra mano para subir a la montaña, pero siempre con la cabeza fría, pensando que nuestro objetivo está en volver al campo base, puesto que es ahí el único momento en el que la cima se convierte en realidad».
Ahora la cuestión es si les dará tiempo para hacer la cima. El invierno termina el próximo jueves. En cualquier caso, han contribuido en la búsqueda de los dos alpinistas. «Hemos innovado, hemos crecido como personas y, sobre todo, nos hemos sentido muy queridos y apoyados. Diría que más que en toda mi carrera», confiesa Txikon. Quedan seis días. A partir del día 21, si tienen la suerte de llegar a la cumbre, ya será una ascensión de primavera y no de invierno.
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