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Julen Casajús (a la derecha de la foto) junto con sus compañeros de equipo tras ganar el torneo universitario.
Sable

El talento del Pío Baroja se exporta hasta Corea del Sur

Julen Casajús, donostiarra que fue campeón de España, se enrola años después en un equipo de esgrima y gana el campeonato universitario en Haenam

Martes, 9 de diciembre 2025, 07:12

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En una época donde lo vintage se abre un hueco entre tanta modernidad –sobre todo los que fueron ochentero y noventeros– da gusto mantener una conversación con alguien que vive a más de 9.000 kilómetros como si estuviera en la habitación de al lado. Lo sabe muy bien Julen Casajús, donostiarra de 24 años que reside en Suwon, la tercera ciudad más importante de Corea del Sur, donde está cursando el Erasmus del primer semestre de su último año en la universidad. La experiencia está siendo inolvidable para él. Y además se ha hecho con el título universitario de esgrima, en la modalidad de sable. «La historia resulta un poco curiosa porque llevaba unos diez años sin practicar la esgrima. Se dio la oportunidad cuando llegué a Corea, probé, me puse a entrenar y hemos ganado el individual y el torneo por equipos universitario».

Se podría pensar que un hecho como éste solo puede ocurrir en un país donde el deporte de la espada es poco conocido, pero nada más lejos de la realidad. «Corea del Sur es una potencia emergente en el mundo de la esgrima, sobre todo en sable, lo que yo practico», explica Casajús. No hace falta acudir a la Wikipedia o a la web oficial de los Juegos Olímpicos para corroborar lo que dice. El surcoreano de 30 años Sanguk Oh fue medalla de oro en sable masculino en los Juegos de París en 2024. La República de Corea fue plata por equipos en sable femenino por detrás de Ucrania y oro en hombres.

Quiere esto decir que es un deporte muy popular en la República de Corea, donde la modalidad estrella, como cuenta este donostiarra «es el taekwondo. Y por supuesto el fútbol, como pasa en muchos sitios».

Donostia, Zúrich, Suwon...

Casajús era un habitual del polideportivo Pío Baroja de San Sebastián, donde se entrenaba con el Club Deportivo Fortuna. «Empecé a eso de los diez años y estuve varios años entrenando». Y ciertamente se le daba muy bien porque como reconoce «fui campeón de España, creo que a esa edad, con diez años». Los avatares de la vida le llevaron a apartarse un poco de la esgrima, después probó el remo y llegó a la edad universitaria. «Estudié Física en Zúrich (Suiza) pero solo estuve dos años así que empecé después Ingeniería Informática en la Universidad del País Vasco. Este es mi cuarto y último año y en este primer semestre es cuando me he decidido a hacer un Erasmus en Corea del Sur». Julen hubiera elegido ir a Japón pero no había centros convalidados con la UPV y optó por Corea del Sur.

«Vivo en Suwon que es la capital en la provincia de Gyeonggi al norte de la república de Corea del Sur, está ubicada a unos 30 kilómetros al sur de Seúl y es la tercera ciudad más poblada del país con alrededor de 1.100.000 habitantes», explica Casajús. Le llama la atención a este donostiarra muy tamborrero que «todos los eventos que tienen organización universitaria tienen muchísimo seguimiento.De hecho hay muchas marcas que regalan productos y que esponsorizan los diferentes campeonatos».

Todo esto lo cuenta este estudiante de ingeniería informática que habla euskera, inglés y alemán. «El día que llegué al campus recuerdo que había mucha gente animándote a unirte a sus clubes. Hay todo tipo de deporte. Yo, honestamente, pensaba hacer fútbol pero llegué al stand de la esgrima y me picó el gusanillo», indica. En ese momento confiesa cómo le vinieron recuerdos de cuando era un chaval, de las muchas horas entrenando en el Pío Baroja, y por eso optó por acercarse al club de esgrima de la universidad. «En el primer torneo quedé en la mitad de cuarenta y tantos», recuerda. «Estaba muy nervioso y las cosas no me salieron bien».Eso ocurrió en octubre, pero a finales de noviembre la cosa fue radicalmente distinta.

«Fui ganando partidos en el torneo individual, hice cuarto en puntuación total y mi entrenador, Jong Woni, fue segundo y por eso nos tocó al otro lado del cuadro. Pensaba que iba a llegar a la final con él pero perdió 14-15, y me dijo 'ahora ya tienes más motivos para ganar el torneo', y eso me dio alas». Julen tuvo que remontar un marcador adverso en semifinales y en la final. «Iba perdiendo 13-10 y terminé ganando 13-15. Creo que mi entrenador se puso más contento que yo».

«Volveré a competir»

Tras el éxito individual llegó el campeonato por equipos, también con remontada «aunque yo no estuve muy bien en la final», reconoce Julen.

Las cinco horas de autobús desde Haenam hasta Suwon «se hicieron muy cortas» por la alegría que había en toda la expedición, con el donostiarra Julen Casajús como gran protagonista. «Estoy muy contento. Quién me lo iba a decir. Además de que me gusta la experiencia a nivel universitaria que estoy viviendo, me vengo con medallas de oro y varios diplomas en esgrima», reflexiona.

Enseguida estará de vuelta en San Sebastián, ya que «el segundo semestre lo hago en mi facultad». Sin embargo, tiene claro qué quiere que le depare el futuro. «Cuando vuelta mi idea es seguir entrenando en el Pío Baroja, a ver qué tal se me da». Seguro que le va bien a este D'Artagnan donostiarra.

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