Paula Ghiozzi

«He llegado a casa golpeada, pero me recupero fácil»

– ¿De dónde le viene la afición al rugby?

– Mis primos jugaban en Argentina y solía ir a verles. Me inculcaron la pasión por este deporte. Toda mi familia ha sido muy aficionada. Cuando empecé a jugar, les daba miedo. Llegaba a casa llena de golpes y moratones. Cosas del juego.

– El rugby femenino no está muy bien considerado allí...

– Sigue habiendo mucho machismo en Argentina, también en el rugby. Apenas se le da importancia al rugby femenino. Pero nosotras también sabemos jugar, y muy bien por cierto. Me ha sorprendido mucho la 'cancha' que tiene aquí.

– ¿Por qué vino a jugar a Eibar?

– Mi representante me habló muy bien del club en todos los sentidos. Me gustó que el paisaje fuese tan verde y que la ciudad estuviese bien comunicada.

– ¿Qué puesto ocupa?

– En Argentina jugaba de centro o de quince. Aquí lo hago de tercera línea.

– ¿Ha sufrido alguna lesión importante en su carrera?

– Pocas, un par de esguinces. Y también alguna conmoción. Por suerte, ninguna grave. Eso sí, después de algún partido he llegado 'golpeada' a casa. Pero en poco tiempo estoy como nueva y lista para volver a jugar.

– ¿La mejor victoria hasta el momento?

– Todas son bien recibidas y tienen gran valor para nosotras.

– ¿La derrota más cruel?

– Ante el Corteva Cocos en Sevilla. Perdimos 50-12.

– Elija un partido.

– El último que jugamos en San Cugat. Me encontré muy a gusto defensivamente.

– ¿Y el peor?

– No sé, quizás los dos primeros. Me costó 'descifrar' cómo era jugar rugby a quince aquí, coger la dinámica. Allí, en Argentina, jugaba a seven.

– ¿Hasta dónde puede llegar el equipo?

– Nuestro objetivo es ganar varios partidos seguidos y quedar entre los cuatro mejores para disputar el playoff.

– ¿Es muy exigente Cristina Guntín, su entrenadora?

– Sí, y está bien que lo sea. Se ocupa de todo. Nos muestra vídeos, analiza a los rivales. Está todo el día enfocada en el trabajo. Es dura cuando tiene que serlo. Sin embargo, es muy amable en el trato y también graciosa. Le gusta contar chistes.

– ¿Hay nivel en la Liga femenina?

– Sí, es muy alto. No lo esperaba. Los equipos han fichado buenas jugadoras y se han reforzado.

– ¿Lo mejor de jugar a rugby sigue siendo el tercer tiempo?

– Sin duda. Llegas cansada del partido y te dedicas a comer y a beber. Se olvida todo lo que ha pasado en el campo. A veces nos lo hemos saltado porque perdíamos el avión de vuelta. Cuando se puede, se disfruta.

– ¿Ha ido a ver algún partido de Ordizia, Bera Bera, Zarautz o Hernani?

– No, aún no. Tengo ganas. Solo he asistido a encuentros del Eibar masculino de Liga Vasca. Lo malo es que coincidimos.

– ¿Sigue el Seis Naciones?

– Vi por televisión los tres partidos de la primera jornada y me sorprendió Italia. Pensaba que iba a perder contra Francia por más diferencia. También me gustó Irlanda, que le ganó a Francia. A Inglaterra, en cambio, la vi un poco bloqueada contra Escocia, pero luego ganó a Italia.

– ¿Quién ganará?

– Es temprano para decirlo. Me gustaría que fueran Irlanda o Escocia.

– Cambio de tema. ¿Cómo ha sido su aclimatación a Eibar?

– Muy buena, no he tenido ningún problema. Me costó un poco al principio. Pensaba que sería una ciudad más 'movida', más grande, con más actividades. En La Plata todo está abierto veinticuatro horas. Aquí, en cambio, a las ocho cierran la mayoría de los establecimientos.

– ¿Qué echa de menos?

– La familia, los amigos. Es la primera vez que estoy tanto tiempo fuera de casa.

– ¿Añora el mate?

– No, de momento no. Tengo de sobra. Lo compro aquí.