Inaxio Perurena, rodeado de sus grandes piedras y chalecos en su gimnasio de Leitza. Eduardo Buxens

Inaxio Perurena

Harrijasotzaile
«Me retiro de las exhibiciones, pero seguiré unido a este deporte»

El navarro dice adiós a la carrera por las marcas con una última exhibición mañana en la plazade Leitza donde comenzó hace 36 años

Viernes, 24 de octubre 2025, 00:10

Tras 36 años, Inaxio Perurena ha decidido cambiar el rumbo de su carrera deportiva como harrijasotzaile. Todavía recuerda aquel día de San Tibur-tzio, patrón ... de Leitza, cuando con tan solo cinco años se vistió para realizar una exhibición ante una multitud de gente, aunque los nervios le sobrepasaron y el miedo a la multitud le impidió salir a la plaza de su pueblo. Mañana sábado, si la meteorología lo permite, se medirá en ese mismo escenario con una piedra de 250 kilos para despedir su trayectoria con las grandes moles.

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- Su carrera de harrijasotzaile comenzó en la plaza de Leitza y finaliza en el mismo escenario.

- Sí, este sábado a las 12.00 horas, si la meteorología y mi rodilla lo permiten, quiero levantar una piedra de 250 kilos en la plaza de Leitza para poner fin a mi trayectoria deportiva con las grandes piedras.

- ¿Cómo recuerda sus inicios con las piedras?

- Recuerdo siendo un niño, con cinco años, estaba en el karrape del ayuntamiento de Leitza y al ver tanta gente en la plaza me asusté y dije que no, que no iba a salir a levantar la piedra que habían preparado para mí. Ese día quedó grabado en mi cabeza y la verdad no es un recuerdo agradable. Luego con nueve-diez años empecé a trabajar con las pesas y con pequeñas piedras. Poco a poco fui cogiéndole gusto y a partir de ese momento me di cuenta de que la piedra formaría parte de mi vida.

Cambio

«He preferido dejarlo a tiempo. No quería seguir castigando mi cuerpo. Prefería acabar bien y creo que es el mejor momento»

- Tanto que lleva ya 36 años compitiendo, marcando récords y realizando exhibiciones.

- Pues sí. La verdad es que han sido muchos años unido a la piedra y a este deporte. Guardo muy buenos recuerdos de todos estos años y ahí están los récords que he logrado, como el de levantar con una mano la piedra de 240 kilos o los 308 con las dos manos. Tal vez, ese momento es el más reseñable porque superar los 300 kilos es un momento especial para cualquier harrijasotzaile. Hay solo cuatro levantadores de piedra que han podido superar esa cifra en un levantamiento: mi padre, Iñaki en 1987, Mieltxo Saralegi en los 90 y yo. Iñaki Otaegi 'Gibitegi' fue capaz de alzar una piedra de 300 kilos. No es nada fácil.

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- Un momento que seguro guarda como un logro.

- Lo fue, pero dicho así, parece que es algo fácil y bonito, pero detrás de ese logro hay muchas horas de entrenamiento y tensión. Una vez que suena el silbato del juez tan solo cuentas 19 segundos para conseguir ese objetivo al que has dedicado tanto tiempo y esfuerzo.

- Ha tenido fama de ser un hombre tranquilo y se ha destacado su poder de control en los retos.

- La procesión va por dentro. Aunque pueda transmitir ser un hombre tranquilo, siempre ha sido un gran hándicap para mí salir a la plaza. No soy el 'plaza gizon' que muchos creen o dicen que aparento. Los nervios han sido para mí un gran reto. Controlarlos no ha sido fácil, ni en la plaza ni los días antes de la competición o de los intentos de récord. Siempre he acusado esa tensión desde el inicio de mi carrera, aunque lo he llevado en silencio y con los años no ha ido mejorando. En mi casa lo sabían y eran conscientes de ello. Lo notaban enseguida, pero una vez que había dicho que sí, no podía echarme para atrás.

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Afición

«Poco a poco fui cogiéndole gusto y a partir de ese momento me di cuenta de que la piedra formaría parte de mi vida»

- Cuestión que no le ha impedido establecer buenas marcas.

- Así es. Siempre he dicho que lo mejor de un récord o un reto es el camino que me ha llevado hasta él. Los entrenamientos, los preparativos previos, la ilusión con los que los afrontaba. Ahí es donde realmente he disfrutado. Muchos de ellos los tengo grabados y disfruto viéndolos. Todavía recuerdo cuando en un entrenamiento levanté la piedra de 305 kilos como si fuera una pluma. Tras hacerlo dije: «Hoy era el día para lograrlo». No cabía en mí de alegría porque sabía que era capaz de hacerlo, pero eso no era suficiente para contar con ese récord. Tenía que hacerlo igual de bien en el frontón o la plaza y a veces, a pesar de haberlo logrado en casa, había que hacerlo igual de bien ante la gente.

- En 2016 estableció un récord con una piedra de 305 kilos y dos meses después el de 308.

- El día de la piedra de 305 kilos no lo olvidaré nunca. Era febrero y había nevado. Había una capa de unos diez centímetros de nieve en Leitza. Creía que no iba a venir nadie, pero el frontón estaba lleno. El subidón fue terrible, y sólo por eso mereció la pena. Dos meses después lo intenté con la de 308 kilos y también salió.

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- ¿Qué le ha llevado a tomar esta importante decisión?

- En gran medida la lesión de rodilla que tuve en 2021. Tras la rotura de menisco que sufrí, cambió todo: los entrenamientos, las exhibiciones, pero sobre todo las posibilidades de seguir levantando piedras grandes. Ahí entendí que no podía seguir compitiendo como hasta ese momento y me planteé mi futuro como deportista. He preferido dejarlo a tiempo. No quería seguir castigando mi cuerpo. Quería acabar bien y creo que es el mejor momento para hacerlo.

- ¿Qué echará de menos a partir de ahora?

- El ambiente entre los harrijasotzailes y, sobre todo, las comidas que hacíamos tras los campeonatos. Ese era el momento en el que nos reuníamos y compartíamos muchas cosas entre nosotros, no todo ha sido competir ni rivalidad.

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Récords

«Siempre he dicho que lo mejor de una marca o un reto es el camino que me lleva a él. He disfrutado con el trabajo previo»

- Hace alrededor de un año anunció que iba a dejar de realizar las exhibiciones.

- Sí, tenía claro desde hace un tiempo que iba a dejarlo este año y en sanmigueles realicé la última exhibición en Muxika. Mañana será una despedida especial en Leitza. Al principio no lo tenía claro, pero el Ayuntamiento me propuso organizar un acto como despedida y al final, accedí.

- ¿Cómo ha imaginado la exhibición de mañana en la plaza de Leitza?

- Voy a intentar levantar una piedra de 250 kilos. Quiero ofrecer este levantamiento a mis familiares, amigos y vecinos. Es un homenaje a todos ellos. Después no sé qué va a pasar, pero sí sé que hay mucha gente apuntada en la comida y habrá muy buen ambiente. Eso es lo importante.

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