París pasa por Polonia y Suecia

Los Hispanos han dejado patente en el Torneo Internacional de España (TIE) que son un rival a tener en cuenta, sobre todo por la riqueza táctica con la que cuenta el equipo nacional. Jordi Ribera, el constructor de los éxitos españoles en los últimos años, mantiene el bloque y el fabuloso juego de continuidad. En portería cuenta con dos guardametas de primer nivel como Gonzalo Pérez de Vargas y Rodrigo Corrales. El jugador franquicia es, sin duda, Álex Dujshebaev. El zurdo de oro parece abocado a jugar muchos minutos en la posición de central, un puesto en el que sus recursos ofensivos y visión de juego le hacen brillar. En la derecha, el veterano Jorge Maqueda (34 años) sigue como fijo además de una las incorporaciones para esta cita, el lateral vasco Imanol Garciandia, un jugador de más dos metros que aportará lanzamiento exterior, un déficit casi crónico en los Hispanos.

En la izquierda continúa otro ilustre veterano, Joan Cañellas (36 años), que llega al Mundial con algunos problemas físicos. En ese lateral está también el otro integrante de la saga Dujshebaev, Dani, que deberá asumir esta vez un peso más importante.

Para el puesto de central, dos jugadores de garantías como Ian Tarrafeta y Agustín Casado. Novedad el pivote Abel Serdio, en una posición en la que están los habituales Gedeón Guardiola y Adriá Figueras. En la parcela defensiva, el seleccionador echará mano de dos especialistas, además del pivote del TBV Lemgo, como son Iñaki Peciña y Miguel Sánchez-Migallón.

Las ausencias por lesión de los extremos Aleix Gómez y Aitor Ariño han generado la presencia del zurdo Kauldi Odriozola y el diestro Daniel Fernández, que se suman a los habituales Ferran Solé y Ángel Fernández.

El equipo español ha empleado en la preparación dos defensas, tanto un sólido 6:0 como un 5:1 con Álex Dujshebaev o Kauldi Odriozola. Incluso ha dejado ver el empleo de siete contra seis, una fórmula de la que no siempre se saca rédito y que cuenta con ciertos riesgos inherentes al carecer de portero en pista.

El equipo español ha quedado encuadrado en el grupo A junto con las selecciones de Montenegro, Chile e Irán. Todos los encuentros se celebrarán en la sede polaca de Cracovia y serán televisados por Teledeporte. Los tres mejores equipos de cada grupo pasarán a la Main Round, donde las dos mejores selecciones accederán a cuartos de final. Y ya partido único eliminatorio hasta la final. El campeón del mundo logrará plaza para los Juegos Olímpicos que se celebran el año que viene en París.

En la quiniela para campeones mundiales están los de casi siempre. Suecia está ahí como vigente campeona de Europa. La selección entrenada por el noruego Glenn Solberg cuenta con jugadores de primer nivel, con el primera línea Jim Gottfridsson como gran estrella, bien secundado por otros hombres de nivel como Felix Claar, Jonathan Carlsbogard o Albin Lagergren. Defensa muy sólida y una portería de primer nivel con Andreas Palicka y Mikael Appelgren, y grandes extremos con el barcelonista Hampus Wanne.

Dinamarca siempre está entre las favoritas. Veteranos jugadores a los que poco a poco se van uniendo las nuevas joyas de un país en el que el balonmano casi tiene el rango de religión. Lanzamiento exterior, talento bajo palos y máxima efectividad desde los extremos. El equipo entrenado por Nikolaj Jacobsen tiene su trío básico en el portero Niklas Landin, para muchos el mejor portero del mundo, y los efectivos primeros líneas Mathias Gidsel y Mikkel Hansen, apoyados en hombres como Rasmus Lauge Schmidt, Jacob Holm, Mads Mensah Larsen y Magnus Saugstrup. De la nueva savia danesa quedarse con tres nombres: Lase Moller (26 años), Mads Hoxer Hangaard (22 años) y Simon Pytlick (22 años).

La Francia de Guillaume Guille tampoco necesita tarjeta de presentación. Los azulgranas Dika Mem y Ludovic Fabregas son los pilares de un equipo que tiene unas cuantas bajas por lesión en sus filas. Les Experts son siempre muy competitivos. La leyenda gala Nikola Karabatic, a sus 38 años, volverá a ser un referente en un equipo acostumbrado a estar entre los mejores campeonato tras campeonato.

Noruega, otro de los equipos nacionales en la batalla por los metales en los últimos compromisos internacionales, va a depender mucho del nivel al que llegue a esta cita su gran estrella, Sander Sagosen. El primer línea del THW Kiel ha recortado plazos para poder estar con su selección nacional. Habrá que ver si está a pleno rendimiento. Si no es así, los noruegos seguramente pierden opciones en la lucha por las medallas. Con Jonas Wille en el banquillo de este combinado nórdico, destacan como novedades el central Tobias Grondalh y el portero Emil Kheri Imsgard, además del retorno de los laterales Magnus Rod y Goran Johannessen. Tampoco hay que olvidarse del lanzador zurdo Harald Reinkind.

Islandia, a decir de los entendidos, puede ser la gran tapada en este Mundial. Gudmundur Gudmundsson cuenta con una primera línea de gran calidad: Aron Palmarsson en el perfil diestro, Omar Magnusson en el lado derecho y Gisli Thorgeir Kristjansson como central. El pivote Ymir Orn Gislason, jugador del Rhein-Neckar Löwen, será también fundamental en la faceta defensiva. El joven portero Viktor Gisli Hallgrimsson es la principal novedad en un equipo que puede dar la campanada.

Croacia ha perdido gas en las últimas citas internacionales, pero nadie debe olvidar la calidad que atesoran hombres como Domagoj Duvnjak, Luka Cindric o Igor Karacic. Las numerosas bajas con la que se ha encontrado Hrvoje Horvart minan su potencial.

Alemania es otro equipo que también debe estar por nivel y palmarés con los mejores. El combinado entrenado por Alfred Gislason mantiene el mismo bloque con el que ha acudido a las últimas grandes competiciones. El pivote Johannes Golla y el portero Andreas Wolff son los pilares del equipo germano, además de los jóvenes valores Juri Knorr y Julian Koster.