«El partido nos puso en nuestro sitio»

Sin embargo, también tiene su lado positivo teniendo en cuenta que en principio este partido y esta posibilidad de ascenso no estaba prevista en los planes del club y en la de los jugadores hace apenas diez días. «Nos estábamos preparando para jugar en División de Honor B, esta posibilidad nos vino como un regalo. Viendo el desarrollo del partido merecíamos subir, pero también creo que nos puso en nuestro sitio. Si ascendíamos a División de Honor la temporada tendría la misma o más dureza que el año pasado. Ahora hay que seguir con lo que teníamos en mente, estar lo mejor posible en Segunda y afrontar una temporada diferente a la de los últimos años».

Ese nuevo periplo comenzará este mismo fin de semana en Pamplona, ante La Única, un equipo que acaba de ascender. Eso si, como el mismo Iradi avisa «si el Covid lo permite», más viendo la situación sanitaria en Navarra y Gipuzkoa. El capitán hernaniarra, que es primera pero también ha jugado de segunda línea afirma que «es una temporada nueva para nosotros y diferente porque el juego y los equipos también son diferentes».

El nivel de los equipos desciende y el tipo de juego también varía, aunque también tiene sus dificultades según el hernaniarra. «Es distinto y dicen que es mejor para el tema de lesiones y golpes, pero hay que tener en cuenta que la mayoría de equipos cuentan con jugadores argentinos experimentados y son muy peleones. Si no estás listo vas a salir malparado».

Otro de los factores que hacen cambiar el ritmo de los patudos es que en División de Honor B no hay linieres específicos que ayuden al colegiado. «Es más complicado para el árbitro y el ritmo de juego es más pausado. Es un rugby más subterráneo, pero nuestro objetivo es imponer nuestro rugby, que es de mover mucho el balón, más dinámico, mantener esa chispa y ver qué proponen los demás equipos. Me imagino que habrá equipos que esperarán más atrás y otros serán más atrevidos. No hay que confiarse».

Para el partido del fin de semana Polidori podrá contar con todos los jugadores. «Terminamos el partido sin lesionados, solo con dos tocados y hay que recuperarse de las magulladoras y las heridas».

Unas heridas que muchas veces son más duras y cuestan cicatrizar si son sicológicas o mentales. «La pasada temporada muchos jugadores acabaron quemados. La División de Honor exige un mayor nivel de sacrificio. Es necesaria una mayor preparación física para afrontar partidos y rivales. Tanto físicamente como para la cabeza fue un año muy duro y eso no queríamos repetirlo de nuevo».

El partido del domingo fue duro y Beñat Iradi cree que el Hernani no impuso su rugby. «En los rucks siempre había uno de ellos en el centro. No nos dejaban hacer nuestro juego y acabamos irritados. Abríamos el balón cinco segundos más tarde. Eso disminuyó la efectividad de nuestro juego y luego nosotros tampoco acertábamos. Ahí sufrimos, los jugadores estábamos el partido bastante calientes».