Ser el más listo no lo es todo
Anotó el penalti que falló hace cuatro años en Old Trafford por anticiparse a De Ligt, pero acabó el partido desquiciado como toda la Real
Si el fútbol es para listos, Oyarzabal opositó a ser el mejor del partido a los cinco minutos anticipándose a De Ligt para provocar ... un penalti en una acción en la que tenía pocas posibilidades de sacar un buen remate. Es lo que hacen los grandes futbolistas. Crear algo extraordinario de la nada. El centro de Aritz, tenso, tenía todos los visos de ser interceptado por el central neerlandés sin demasiadas complicaciones, pero entró en escena el capitán de la Real.
Oyarzabal era consciente de que no iba a alcanzar el balón lateral de Aritz, pero estiró la pierna derecha para colocarla por delante del cuerpo del defensor del United y este le barrió de manera inocente. No le espera y su ímpetu de querer despejar el peligro le jugó una mala pasada.
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Su mapa de calor Frecuentó el área rival y se movió por posiciones interiores como punta, pero acabó el partido como extremo derecho y apenas pisó el carril izquierdo.
Benoit Bastien, el experimentado árbitro francés, no vio el penalti y tuvo que ser corregido por el VAR. Lo cierto es que apenas vio lo que tenía que ver. Y si vio algo fue en el área de la Real y no en la del United. Regaló dos penas máximas a los locales. El segundo penalti por falta de Aritz fue escandaloso. Decretó un tercer penalti incluso a favor del Manchester, pero fue corregido por el propio Dorgu, que en un ataque de honestidad inusual en el fútbol advirtió al trencilla francés que no había nada punible. Ese era el nivel.
El eibarrés por fin tuvo la ocasión de quitarse la espina del penalti que erró en 2021 en un Old Trafford vacío por la pandemia. No era la misma portería y esta vez acertó. Disparo raso cruzado al lado izquierdo de Onana y la Real que se ponía por delante.
Lo que ocurrió después fue que el United apenas tardó unos pocos minutos en empatar el partido y a la Real no le dio tiempo para verse cerca de los cuartos de final. Oyarzabal estuvo listo en las primeras acciones del encuentro, pero luego se perdió en la intrascendencia. Solo Kubo dio muestras de desequilibrio en ataque, pero fue insuficiente.
Tras el gol de la remontada de Bruno y la expulsión de Aramburu la Real no volvió a ser la misma que la del primer tiempo. Oyarzabal tampoco. Acabó el partido desquiciado, amonestado y jugando en la banda derecha. No se dio ninguna alegría en la banda. No conectó con Óskarsson.
Oyarzabal se despide dolido de la Europa League. No es el final soñado ni esperado. La Real salió goleada de Old Trafford con una sensación demasiado amarga. No hubo consuelo anoche porque las expectativas eran grandes y el resultado fue demoledor. El árbitro merecía un seguimiento aparte. Los de Amorim no necesitaban semejante ayuda para eliminar a la Real. Oyarzabal trató ser el más listo, pero no fue suficiente.
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