Kepa Peñagarikano, de principio a fin

Kepa Peñagarikano despejó todas las dudas para imponerse con autoridad a Joxean Olaskoaga 'Aizperro' en el desafío que enfrentó al expelotari y al exremero en la plaza de toros de Azpeitia. El azpeitiarra se llevó la bolsa de 3.000 euros después de terminar su trabajo en 51 minutos 30 segundos por los 57:07 del oriotarra. El azpeitirra fue mejor con la piedra, en las 35 alzadas con la bola de 100 kilos, en los seis kanaerdikos, y también marcó mejor tiempo en los 4,5 kilómetros de carrera a pie.

Kepa Peñagarikano disfrutó desde el inicio y se le vio cómodo. Como él mismo afirmó al término de la prueba, disfrutó sufriendo. Algo que no suele ser sencillo en competición, pero lo hizo, lo que denota que en la plaza le salió el trabajo de casa.

Todo lo contrario que un Aizperro al que no se le vio cómodo en ningún momento. En los tres trabajos fue a remolque y sufriendo. Con la bola de 100 kilos sufrió más de lo esperado y ya salió con una desventaja grande de dos minutos y 30 segundos, más de lo esperado. Peñgarikano realizaba tandas de tres alzadas y el oriotarra iba de uno en uno.

Los pronósticos auguraban que el expelotari era mejor con la piedra y él mismo ya aseguraba que era donde podía sacar algo de ventaja. En este tipo de pruebas tan importante como la ventaja es terminar fresco dentro de lo que se pueda y ahí estuvo una de las claves del desafío. Mientras Aizperro terminaba a duras penas y sufriendo, Peña acabó las 35 alzadas en 6:25 con cara de que pudo apretar algo más.

Sin duda el esfuerzo del primer trabajo se notó con la aizkora y también en los 4,5 kilómetros sobre los 100 metros del coso taurino. Una vez cambiada la ropa, Peñagarikano comenzó su trabajo sobre los seis kanaerdikos y desde el inicio se pudo comprobar que cortaba bien.

Aizperro comenzó a cortar a dos minutos y medio, pero tras el primer tronco de 54 pulgadas la ventaja había subido de los tres minutos. Mala señal para los intereses del oriotarra, ya que con la aizkora era donde en principio era superior.

En los tres primeros kanaerdikos la ventaja no disminuyó, pero tampoco aumentó mucho más. En la mitad del trabajo de aizkora la ventaja del local era de 3:52. La apuesta estaba sentenciada y más cuando la renta no paraba de crecer. En los últimos tres kanaerdikos un crecido Peña aumentaba la ventaja por encima de los cinco minutos.

Peña llevaba un kilómetro cuando Aizperro comenzaba a correr a cinco minutos y 40 segundos. El azpeitiarra aseguraba que «la clave ha estado en la aizkora y en el sexto tronco me he visto ya ganador» cuando su tío Joxemiel Peñagarikano le decía que controlara la ventaja.

Corriendo no hubo mucha ventaja y la diferencia estuvo en la frescura de uno y el agotamiento del otro. A un ritmo de 5 minutos y 30 segundos el kilómetro, ambos desafiantes se iban marcando la distancia hasta que Peña apretó en las últimas 15 vueltas y ese kilómetro de diferencia aumentó hasta el kilómetro y casi doscientos metros.

Eso indicaba que la ventaja ya subiría de los seis minutos. Y así fue. Otro objetivo podía ser bajar de los 50 minutos, pero el ganador se quedó a un minuto y medio. Eso sí, el ritmo de la aizkora que marcó el azpeitiarra fue de alrededor de 3:45, un registro interesante para no ser aizkolari y haber competido antes con el hacha.