Iker Vicente mantiene su reinado

El navarro llegaba como máximo favorito a la pugna contra cinco guipuzcoanos que, a la postre - si no fallaba Vicente - aspiraban al segundo puesto. Entre ellos se encontraban los locales Julen Alberdi 'Txikia IV' y Mikel Larrañaga, que regresaban a la final del campeonato tras seis años. Hodei Ezpeleta, por su parte, subcampeón en los pasadas ediciones, se presentaba como claro aspirante al podio final, junto a Julen Gabirondo y Xabier Zaldua.

Seis contrincantes y doce troncos por delante para cada uno: Cuatro kanaerdikos, cuatro de 60 pulgadas y cuatro oinbikos.

Nada más comenzar la pugna, el navarro siguió aumentando su ventaja, mientras las miradas se centraban en la lucha por la segunda plaza. Completó la mitad de los trabajos en 18 minutos. Le seguía el azkoitiarra Julen Alberdi 'Txikia IV' a 1:24 y, a 2:06, la tercera plaza en el ecuador de la jornada, era para Mikel Larrañaga. Ezpeleta era cuarto y Zaldua y Gabirondo cerraban filas.

En la segunda vuelta, el navarro siguió haciendo su trabajo y aumentando su ventaja mientras que las miradas estaban puestas en la segunda plaza. Alberdi se las vio y deseó para mantener el ritmo. Un nudo en una de las maderas acabó por desfondar al azkoitiarra que se vio superado por Larrañaga y Ezpeleta.

Ya en el tramo final, el de Mendaro protagonizó una remontada que desató la euforia en el frontón. El de Azpeitia llevaba tan solo 14 segundos de ventaja en el tercer kanaerdiko y ambos aizkolaris dieron hasta el último aliento en el último de los troncos. Finalmente, la segunda plaza fue para Hodei Ezpeleta, a 4:01, seguido de Larrañaga, a 4:53.

Txikia IV, por su parte, mantuvo la cuarta plaza, a 5 minutos y 56 segundos. Julen Gabirondo y Xabier Zaldua cerraron la clasificación. El de Urnieta finalizó a 8 minutos y 19 segundos de Vicente mientras que Zaldua lo hizo a 8:52.

El campeón, dueño y señor de la competición, se mostraba satisfecho al finalizar el trabajo. «Esta txapela es la que aparece en los libros, es la que queda por lo que siento una enorme satisfacción al estar en este escalón», aseguró.

No menos contento se encontraba Hodei Ezpeleta. «Poco a poco me estaba acercando a Larrañaga y lo he dado todo en los dos últimos troncos. Me ha salido bien, otras veces no suelo ser así. Me quedo con una buena sensación pese al enorme sufrimiento», afirmó, no sin antes agradecer los ánimos de su cuadrilla de amigos, que gritaban desde la grada, y a su padre, Bihurri, que le guiaba en todo momento.

La de Vicente no fue la única txapela del campeonato. La competición sirvió también de escenario para rendir un pequeño tributo, por su trayectoria profesional, a los históricos aizkolaris Patxi Astibia y Joxe Mari Olasagasti. El leitzarra y el donostiarra, respectivamente, recibieron sendas txapelas por parte de la Federación de Herri Kirolak.

Los prolegómenos de la final sirvieron además para disfrutar de un desafío de aizkora femenina entre Leiane Pikabea, Nerea Arruti y Nerea Sorondo. Se impuso Arruti con notable superioridad.