Iker Vicente revalida el título de campeón gracias a su fondo físico

A sus 23 años, el campeón navarro cuenta ya con dos txapelas y puede que su reinado se alargue bastante en el tiempo. Solo el azpeitiarra Larrañaga le apretó, terminando a un minuto y 19 segundos, y el resto de finalistas quedaron más rezagados. El pentacampeón Aitzol Atutxa cerró la final, en sexta posición, y en la mitad se colaron los cuatro aizkolaris guipuzcoanos. Los encabezó Larrañaga, pero Eneko Otaño, tercero, y Jon Irazu, cuarto, realizaron una gran final. Julen Alberdi 'Txikia IV', quinto, quizás estuvo algo por debajo de lo esperado.

Con una puesta en escena renovada, con otros aizkolaris ejerciendo de jueces y con una organización que estuvo a la altura, la final comenzó con un mano a mano entre Vicente y Larrañaga a partir del tercer tronco. Otaño, que se asentaba en la tercera plaza a partir de los oinbikos, se quedaba en tierra de nadie, con Txikia IV superado por Irazu en los oinbikos y Atutxa fuera de su mejor estado de forma rezagado.

Vicente nunca perdió la delantera y Larrañaga le pisaba los talones con entre dos y siete segundos de desventaja. La decoración cambió a partir del noveno tronco de 60 pulgadas. Como ya ha ocurrido en varios campeonatos como en la Urrezko Kopa de Donostia o en otras finales importantes, Vicente imprimió una pequeña marcha más y en cambio Larrañaga bajó algo su prestación. Eso hizo que la ventaja fuera de medio minuto en el noveno tronco y la final quedara vista para sentencia.

El dos veces campeón vio que se marchaba y el azpeitiarra veía perder su opción a txapela. En el décimo tronco la ventaja era de casi un minuto, demasiado retraso para los dos kanaerdikos que quedaban.

En el corte del decimosegundo tronco, Vicente paró el reloj en 38:46 y se proclamaba campeón. Un tiempo que dejaba en evidencia que la madera era exigente. Larrañaga terminaba su labor en segunda posición y Otaño, que fue a más, perdió otro minuto y 25 segundos respecto al subcampeón. Los finalistas terminaron la prueba de forma escalonada.

Minutos antes de comenzar la gran final, Julen Larrea se caló la txapela de Promoción por delante de Arkaitz Jauregi. Ambos suben de categoría.