Gabirondo y Telleria, por 19 segundos

Lo mismo ocurrió en la prueba de féminas, ganada con autoridad por Amalur Arbelaitz y Nerea Arruti, quienes ganaron más de medio minuto a la mejor marca establecida el año pasado por ellas mismas.

Mucho más apretada fue la prueba en categoría masculina, en la que tomaron parte seis parejas distribuidad en dos tandas de tres. El trabajo a completar consistía en 40 alzadas a la bola de 100 kilos, cuatro plazas en el arrastre de la piedra de 400, el corte de cuatro kanaerdikos, ocho plazas con las txingas de 50 kilos y cuatro kilómetros de carrera a pie.

Gabirondo y Telleria intervinieron en la primera tanda, así que Izeta y Olaizola conocían el tiempo a mejorar en la segunda. Esa supuesta ventaja no resultó suficiente dado el gran rendimiento de sus directos oponentes.

Los ganadores empezaron por detrás en la primera de las cuatro pruebas, en la que fueron tres segundos más lentos que quienes a la postre acabaron en la segunda plaza. Gabirondo y Telleria inviertieron 2:57 por 2:54 Izeta y Olaizola.

En el arrastre de piedra fue donde empezó a desequilibrarse la competición. Olaizola confesaría al acabar que rindió «por debajo de lo esperado». Donde esperaban sacar ventaja, empezaron a perder el título. Izeta y Telleria llevaban 10:05 por 10:29 Izeta y Olaizola.

A pesar de todo, en la prueba de aizkora Izeta y Olaizola hicieron valer su técnica para ponerse otra vez por delante (20:15 por 20:20). La igualdad se mantuvo en las txingas, con una diferencia que rondaba los cinco segundos.

Todo se iba a decidir en la carrera a pie. Izeta y Olaizola reconocieron síntomas de flaqueza en el momento que decidieron cambiar la estrategia planeada. En lugar de hacer tandas de dos o tres vueltas pasaron a hacer relevos de una. Telleria y Gabirondo perdían seis segundos al empezar esta última prueba y acabaron diecinueve por delante.

Amalur Arbelaitz y Nerea Arruti rebajaron el récord de la prueba de 24:01 a 23:25. El trabajo a realizar constaba de veinte alzadas a la bola de 63 kilos, dos plazas con la piedra de 250 kilos, dos troncos de 45 pulgadas, seis plazas con las txingas de 35 kilos y dos kilómetros de carrera a pie.

Errekondo y Fernández de Barrena lograron una renta de seis segundos sobre Arbelaitz y Arruti en la primera prueba. Recortaron pronto la desventaja en el arrastre de piedra para ponerse en cabeza y administrar la ventaja hasta el final. Siempre establecieron los mejores tiempos parciales y para cuando llegaron a la carrera a pie tenían el triunfo en la mano. La única duda que quedaba por resolver es si iban a ser capaces de lograr el récord de la prueba, algo que consiguieron al correr los dos kilómetros en 13:43.

Arbelaitz confesó que había «sufrido» en la carrera «porque antes sí que entrenaba más fondo pero ahora me estoy centrando en ganar fuerza y lo he acusado».

Arruti, satisfecha por repetir victoria y estrella del día, ya mira al futuro, a la competición individual. «La intención es participar pero veremos qué pasa», admitía.