«Era aburrido jugar contra las mismas y por eso desaparecieron equipos»
Haizea Fernández, la capitana del equipo, ve positivo haber ido a jugar a Vitoria pero entiende que la solución es que haya competición aquí
Miguel González
Miércoles, 18 de junio 2025, 00:14
Haizea Fernández, de 39 años, es la veterana del equipo y la capitana. Ha cumplido seis temporadas en el club y es una de las ... referentes del vestuario. Su historia sirve para comprender lo que lleva a estas chicas a vivir con pasión un deporte que, como recalca, «abarca una franja muy amplia de edad y engancha cuando lo pruebas».
Aunque el fútbol siempre le ha gustado y lo practicó en su época escolar en Aitor Ikastola de Egia, con 11 años se inició en el remo. «Empecé en Ur Kirolak y luego estuve en Arraun Lagunak de 1997 a 2002. Lo del fútbol sala ha sido algo reciente, de siete años hacia aquí. De pequeña, cuando jugaba con mi hermano, siempre hacía de portera y me picó el gusanillo de probar. Fui a entrenar con un equipo de Lasarte-Oria y me dijeron que tenía cualidades de portera de fútbol sala. Jugué dos temporadas en el Eguzki pero con la pandemia el equipo desapareció. Entonces coincidí con Aitor Maté, al que conocía de Egia, y me dijo que fuera a jugar con ellas al Antiguoko».
Haizea, a la que le apasiona la actividad física, trabaja de administrativa en la Federación Vasca de Remo y es también juez de este deporte. Para ella, su equipo de fútbol sala es «como una segunda familia. Nos llevamos muy bien y hay sitio para todas. La más joven tendrá 20 años y yo soy la mayor, por lo que cualquiera encaja en el grupo. Hemos aprovechado algún partido en Vitoria para alojarnos la víspera en un camping, ir a un Escape Room y hacer otros planes. Algún equipo alavés también ha ido a comer a una sidrería tras jugar aquí».
Cuenta que la plantilla se ha ido formando de la manera más insospechada. «Tenemos dos chilenas, Coni Portas y Camila Aboitiz, que dieron con nosotras por internet. Vivían en Donostia, habían jugado al fútbol allí y buscaban un sitio para hacerlo aquí. Corina Pesca es de Venezuela. Trabaja en una farmacia que frecuenta el entrenador del equipo masculino, Mario. Un día empezaron a hablar, ella le contó que en su país jugaba a fútbol, vino a probar y se quedó. Con todo, la mayoría de la plantilla está compuesta por guipuzcoanas».
Para todas ha sido una gran solución ir a jugar a Vitoria. «Yo creo que en Gipuzkoa fueron desaparecieron equipos porque se aburrieron de jugar siempre contra las mismas. El año pasado éramos solo cuatro. Ahora hemos conocido a gente nueva y ha sido mucho más divertido, aunque a largo plazo lo ideal es que haya competición en Gipuzkoa. Si no, desaparecerá el fútbol sala femenino en el territorio».
En lo deportivo, destaca la ilusión que les hizo ganar la Copa de Álava. «Llevábamos cinco años en los que no habíamos ganado nada. Siempre éramos segundas. Vencer en la final al Salburua, que había conquistado la Liga y es casi imbatible, fue un subidón para todas. Fue a penaltis y yo logré parar el primer lanzamiento de los tres. Luego Kande, Maialen y Ane marcaron los suyos».
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