El destino le debía una al Marqués de Miraflores

'Prince Hamlet' se llevó ayer un reñido Gobierno Vasco. Si la semana pasada escribíamos de un triunfo incontestable de 'Ateem' en la Copa de Oro, la gran milla tuvo una resolución plagada de matices, con una recta final muy complicada que hizo que la balanza oscilara de un lado a otro. Ganó porque fue el que más acertó. Y sin restarle méritos, no se puede asegurar que el resultado se repetiría de haberse corrido de nuevo. Es la sensación que les quedó a 'Amedeo Modigliani' y 'Resacón', los otros componentes del podio, que con un recorrido más limpio habrían podido estar más cerca.

Ahí radica el mérito de Ricardo Sousa, piloto de 'Prince Hamlet'. Tuvo la capacidad de huir de todos los incidentes y de esperar lo máximo a su caballo para que llegase entero a la lucha. Una monta brillante que bien vale un Gobierno Vasco. Decía Pedro Mateos, Marqués de Miraflores, que el destino les debía la victoria en esta carrera. 'Partipral' quedó a un cuello de 'Wavy Run' en una llegada histórica, en 1994. Pero la espina seguía clavada. Aquella derrota ya duele un poquito menos.

Mauri Delcher vuelve a demostrar un enorme conocimiento sobre el nivel del turf español. Una vez más, dio en la diana con un elemento con un perfil ideal para una pista como la de Donostia. Decía Sousa que 'Prince Hamlet' es «como una bicicleta», por lo fácil de llevar. Con velocidad inicial y gusto por los terrenos blandos, encontró unas condiciones óptimas para lucirse. Llevaba tiempo preparando esta carrera y cuando los suyos hablaban de que tenía una primera probabilidad no era un farol.

Se trata de un caballo que llegó a ser cuarto de Listed a comienzos de 2019 y que disputó nada menos que la preparatoria de la Poule francesa. Últimamente se había encontrado con pistas demasiado duras para su gusto, aunque se mostró competitivo en duros hándicaps Quinté luciendo un valor 38,5, por lo que habría que proyectar un valor real un par de puntos superior.

Desde el golpe de cajones los dos representantes de Miraflores, 'Prince Hamlet' y 'Noray', marcaron el ritmo, galopando siempre por el exterior. Los litros recogidos el viernes dejaron la pista 3.4, no excesivamente blanda pero sí lo suficiente como para que galopar por el centro fuese una condena. Por eso resultó tan movida la recta final. «Cuanto más al exterior, mejor», debió pensar Jaime Gelabert con 'Resacón'. No se equivocaba. Pero cuando el codo de los 2.000 metros se estrechó, se quedó sin sitio.

Janacek había lanzado al favorito 'Amedeo Modigliani' a los carriles exteriores, pero se encontró con el muro de Miraflores. 'Noray' empezaba a mostrar signos de flaqueza, con Sousa todavía quieto sobre 'Prince Hamlet'. Al checo no le quedó más remedio que recoger para volver a lanzarse dos carriles más adentro. Un lance que, ante la igualdad reinante, puede costar una victoria.

Su principal rival había guardado todo para el momento en el que 'Amedeo Modigliani' se le emparejó, y en la lucha tuvo un extra. 'Resacón' esperó y esperó para que se le abriese una ventana por la que escapar de la jaula, pero la encontró demasiado tarde.

El ganador abordará probablemente el Hispanidad este otoño, aunque el Blasco también figura en su agenda. Las posibles lluvias de la estación multiplicarían sus opciones, aunque sus rivales ya piden revancha. De momento, 'Prince Hamlet' se guarda la corona donostiarra a la espera de que se decida su futuro, pues no está claro si volverá a París o quedará estabulado en Madrid bajo las órdenes de Christian Delcher.