«La Copa de Oro es vuestro Arco del Triunfo»

Lamentaba Grosjean la limitación de aforo en el hipódromo donostiarra. «Se notó que sólo había 1.000 personas, muchas menos de las habituales, y el ambiente no tenía nada que ver con el de otras temporadas, pero es la situación que nos toca vivir y la salud es lo primero. El señor Monfort había oído hablar mucho de esta carrera y quedó algo decepcionado, pero le expliqué que la situación provocada por el Covid-19 había condicionado todo. A pesar de ello, mi alegría por ganar la Copa de Oro es enorme. Para mí es el Arco español. Es muy emocionante».

Grosjean es un viejo conocido de la afición vasca, pues ha trabajado durante largos años en España y ha sido el jockey titular de cuadras tan potentes como Miranda y Saf-Saf. En su palmarés encontramos todos los grandes premios donostiarras: ha ganado dos veces el Gobierno Vasco, con 'Aranel' y 'Volcanico', el María Cristina con 'Andalucía', el Gran Premio de San Sebastián con 'Iruz' y el Critérium Internacional con 'Aratan'. El circuito de Zubieta no guarda secretos para él y por eso François Monfort, entrenador de 'Ateem', decidió confiar en él las opciones de su caballo.

Repasando la carrera, el jinete galo explicaba a DV que François Monfort le dejó hacer, aunque le advirtió que al caballo no le gustaba que le molestasen durante el recorrido. «Le pedí al preparador poder ir por fuera, porque allí la pista estaba mucho mejor». El caballo salió muy fuerte de cajones y el jinete francés le dejó hacer. «Es un caballazo. Un elemento de mucho nivel. Antes de la carrera siempre tienes incertidumbre, no todos se adaptan al circuito, pero él lo hizo muy fácil. Creo que puede ganar un Listed en Francia». Grosjean se reconoció sorprendido por el segundo 'Putumayo', aunque no así por 'Navia', tercera en meta y a la que tiene en enorme consideración.

El triunfo de 'Ateem' vuelve a poner en entredicho la teoría de que en San Sebastián no siempre gana el mejor. Durante largo tiempo se ha sostenido que ganar en el circuito sin conocerlo era poco menos que una quimera, pero la más cercana realidad desmonta este argumento. El ganador de la presente edición debutaba en la pista, igual que 'Amazing Red', 'Cnicht', 'Flanders Flame', 'Scalambra', 'Narrow Hill' y 'Jo all the Way'. Por tanto, de los diez últimos ganadores del Oro vasco, siete lo hicieron sin correr antes aquí. Mito desmentido.

Nicolás de Julián fue el conductor de 'Putumayo', la principal sorpresa de la carrera. Tercero en la preparatoria, sus entrenamientos previos habían sido excelentes y lo confirmó con un notable segundo puesto. El jinete madrileño se mostraba satisfecho con la plata. «Estoy muy contento con la carrera que hace el caballo, es muy meritoria. Tuvimos un recorrido muy limpio y nos ganó un rival de más valor». El entrenador, Xavier Thomas, estaba igualmente satisfecho, admitiendo que la segunda plaza era el máximo al que podían aspirar con 'Ateem' en pista. «Su preparador me ha felicitado y si el caballo queda bien correrá el Gran Premio de San Sebastián», apunta De Julián, que reconoce sentirse orgulloso de un resultado que da continuidad a su gran segundo en el Gran Premio de Madrid con 'Emin'. Su primera grande está al caer.

Completaba el trío 'Navia', única yegua del lote, que recibió tantos elogios como el ganador. Ninguna fémina ha ganado nunca la Copa de Oro con tres años, pero ella se mostró tremendamente competitiva en su primer enfrentamiento con los machos y los caballos de edad. 'Hardpia' y 'Pravia'ya habían revalorizado a la generación en el María Cristina, pero la actuación de la pupila de Arizkorreta el pasado sábado abre de par en par las puertas de la ilusión. Con el nivel mostrado, podemos estar ante una yegua capaz de competir por grandes objetivos en el extranjero.

Esta vez no hubo ni grandes colas ni problemas de aparcamiento. La limitación de aforo deparó un ambiente absolutamente inusual en las gradas, donde no hubo apreturas. Los 1.000 asistentes a la reunión no tuvieron los inconvenientes que derivan de las aglomeraciones, pero se echó de menos a esos miles que hacen de la jornada del 15 de agosto un día único. La demanda para conseguir una entrada fue enorme y muchos aficionados habituales del día de la Virgen se quedaron esta vez en casa. Esperemos que en 2021 podamos disfrutarlo todos.