'Ateem' se lleva el oro con brillo

'Ateem' se llevó para Francia la 52º edición de la Copa de Oro de San Sebastián. Y lo hizo con una contundencia que no admite excusa ni réplica. El pupilo de François Monfort ofreció un rendimiento sobresaliente, imponente, demostrando ser el mejor caballo de la carrera en todo momento. Asumió el liderazgo, arriesgó cuando tocaba, dominó y venció sin que el segundo pudiese aproximarse. Matrícula de honor para él, que contó con la impecable conducción de Julien Grosjean, ejecutor de un recorrido inmaculado.

La sensación que transmitió en el verde fue tan contundente, que una vez corrida la carrera, uno no podría imaginar una disputa con otro resultado. Hay ocasiones en las que quedan cosas en el tintero, pequeños factores que pueden desnivelar la balanza hacia un lado o hacia otro, pero esta vez hubiese tenido que caer un meteorito para evitar el triunfo de Ateem.

Era la primera vez que su entrenador competía en San Sebastián, pero se asesoró bien para encomendar su caballo a las manos de Julien Grosjean, doble vencedor de la Copa y perfecto conocedor del hipódromo donostiarra.

No fue hasta el verano pasado cuando ‘Ateem’ empezó su crecimiento. Fue pasar a correr sobre dos curvas y empezar a ganar valor. El otoño doraba los bosques cuando lograba su tercera victoria en cuatro salidas. Pasó de ser un caballo de segunda parte de hándicap en Francia a disputar los competitivos hándicaps Quintés, demostrando consistencia y un decente valor. Pero todavía faltaba el despegue definitivo. Correr sobre el doble kilómetro había aumentado su rendimiento, pero pasar a los clásicos 2.400 metros fue como hallar la luz para sus responsables. Se salió del hándicap en febrero, para pasar a tutearse con buenos caballos de Listed.

Su entorno actual lo adiquirió por apenas 7000 guineas a Richard Hannon, cuando de yearling costó nada menos que 150.000. Y aunque su explosión haya sido tardía, resulta que ahora ‘Ateem’ lucha por la Défi du Galop. Una proyección asombrosa que le ha supuesto una subida de 14 kilos en apenas unos meses. Atesora velocidad táctica, versatilidad y corazón, además de calidad claro, por lo que, si es capaz de mantener su aparente forma perenne, va a seguir dando guerra allá por donde vaya.

Fue una carrera táctica, aunque eso no significa que no se corriera de verdad, como atestigua el buen tiempo que realizó el ganador. Sin embargo, fue una prueba donde quedaron de manifiesto muchas y variadas estrategias. La lucha estuvo en el verde, pero también en la pizarra.

Porque cuando todos esperaban que ‘Atty Persse’ se lanzase a por la punta con su habitual decisión, el hijo de Frankel cedió la iniciativa. Fue Navia quien comandó en los primeros compases, aunque poco después ‘Abu’ tomó el mando sin que Jaime Gelabert pudiese contener su ímpetu.

El ritmo no debió parecerle suficiente a Julien Grosjean, que en la primera curva decidió ponerse primero. A mandar, con la clara estrategia de galopar por el