Anaitasuna rompe el cántaro amarillo

Ese cántaro estuvo entero hasta el descanso, aunque en algunos momentos empezaron a aparecer pequeñas grietas que el equipo local fue arreglando sobre la marcha. Y eso que no contaba con los lesionados Nonó y Salinas, lo que le obligaba a jugar con primeras líneas poco habituales y con el extremo Kauldi muchos minutos de lateral derecho.

Amarillo fue el primer gol pero ese 1-0 fue su única renta de todo el partido. Poco tardó el equipo navarro en ponerse por delante (1-3) y en empezar a mandar sobre la cancha y en el marcador. En el 3-6, Chocarro ya tenía un gol más que todo el bando anfitrión y la máxima renta navarra fue de cuatro goles en el 3-7 y 4-8. Parte de culpa la tenían los penaltis que Hernández detuvo a Crowley y Azkue y también que el Bidasoa-Irun no aprovechaba las superioridades (0-1 y 1-1).

La tercera exclusión visitante sí fue provechosa para los de amarillo. Llegó precisamente tras el 4-8 y, como el 'Anaita' también es de los que sienta al portero para jugar las inferioridades con seis de campo, primero Rangel desde su área y después Popovic desde 25 metros tras robo de balón marcaron dos de esos goles que hacen dudar de la eficacia de esa estrategia.

Poco a poco, el Bidasoa-Irun fue recortando diferencias en el luminoso y Lancina puso la mínima expresión en el 10-11. Incluso poco después Kauldi tuvo opción de empatar, pero entró forzado por la defensa rival y se encontró con Hernández, que ayer se fue hasta las 14 paradas. Con todo, el 10-12 del descanso mantenía vivo el partido.

El segundo tiempo empezó con posesión amarilla -aunque con uno menos- pero esa supuesta ventaja no fue tal. Todo el trabajo que los irundarras habían realizado en el primer tiempo para mantener el pulso con el quinto clasificado se fue diluyendo en un segundo tiempo en el que sí se percibió más claramente la diferencia que hay entre estos dos equipos.

En cinco minutos, el Helvetia Anaitasuna estaba otra vez cuatro arriba (12-16) y el Bidasoa-Irun tenía problemas en ataque. De hecho, los tres primeros goles locales del segundo tiempo llegaron desde el punto de penalti, obra de Cavero. El extremo irundarra era el tercer lanzador tras Crowley (uno de dos) y Azkue (cero de uno) y marcó cuatro seguidos para fallar el quinto. El noveno penalti local lo volvió a lanzar y marcar Azkue, para un global de cinco de ocho desde siete metros.

14-17 fue la última vez en la que los guipuzcoanos estuvieron metidos en la pelea. En ese momento el equipo pamplonica metió una marcha más y disfrutó de sus mejores minutos, en los que le salía todo bien. Tanto, que del 14-17 se pasó al 15-22 que dejaba el partido casi sentencia do a falta de un cuarto de hora.

En él, la renta fue creciendo hasta el 18-28 del minuto 52. Los bidasotarras tiraron de orgullo y defensa abierta para remontar y se acercaron en el marcador, aunque nunca tuvieron opciones de volver a pelear por los puntos.

El Amenabar Zarautz, por su parte, sale del descenso en la División de Honor Plata gracias a su triunfo por 27-16 ante el Lanzarote, penúltimo clasificado. Los canarios empezaron ganando 1-2 pero un parcial de 8-0 dio la vuelta al partido, que mostraba un sorprendente 15-4 al descanso. A los zarautztarras les quedan tres jornadas para certificar la permanencia.