Aitor Francesena: cuando la medalla no siempre es lo más importante

El zarauztarra, al que avalan dos oros y un bronce en tres de sus seis mundiales, no esconde que le hubiera gustado volver con un metal después de una «larga y exigente preparación en los últimos meses». Iba camino del oro en la final, el segundo clasificado necesitaba una ola de nueve sobre diez para rebasarle cuando Francesena era líder, pero, en una «maniobra muy extraña», un rival australiano buscó el choque cuando gozaba de la prioridad y esa maniobra acarreó una sanción: la pérdida de una de las dos mejores puntuaciones de Francesena, lo que le relegó a la cuarta plaza. «En el momento me sentí mal porque me gusta ganar, pero me he traído cosas mucho mejores que una medalla», confiesa.

Francesena insiste en su reflexión: «Hay muchos días en los que nos quejamos por asuntos banales. Me gustaría que cada día nos detuviéramos un minuto en pensar qué nos hace felices. Veríamos las cosas de otra manera. Mis compañeros son más capacitados que mucha gente sin discapacidad».

Tras este Mundial saldado con la plata por equipos, Francesena piensa en el siguiente porque «he demostrado que sigo estando ahí en un deporte en el que cada vez hay más nivel y más competidores. Esa también es una estupenda noticia».