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Balones ovalados, carteles de circo, titiriteros. Todo preparado para el homenaje a Jesus (Castillo) Erro.
Homenaje a un rugbyman feroz y libre
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Homenaje a un rugbyman feroz y libre

Cuando murió, sus amigos mandaron abrir el ataúd para comprobar si le enterraban con un balón de rugby. Hoy tendrá su homenaje

BEGOÑA DEL TESO

Sábado, 7 de junio 2014, 10:04

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Jesús Erro. En realidad, Jesus Castillo Erro pero siempre prefirió anteponer el nombre del valle navarro al de la fortaleza castellana. Era un perro verde. Maravillosamente verde y feroz. De hecho, como lo recuerdan sus amigos de Sebastopoleko Titiriteroak para él el rugby (y la vida también) o se jugaba con ferocidad o no se jugaba. Por eso tal vez, los 23 equipos que fundó eran conocidos, temidos y agasajados por su increíble delantera. Los tres cuartos le importaban un carajo. La delantera, por Dios (era creyente, de los buenos, de los finos), siempre la delantera.

Jesus (Castillo) Erro. Murió en septiembre. A los 82 años. Antes que Iñaki Quesada al que, en el encuentro en Landare Toki con los organizadores del homenaje que se hoy, a partir de las 16 horas en los terrenos de Michelin, Lasarte Oria, rendimos también homenaje.

Jesús Erro, fundador de 23 equipos de rugby. ¿Tantos? Más. Sólo contamos los que puso en pie en Gipuzkoa. No los que creó en China y la India. ¿Un vecino de la calle Zabaleta de San Sebastián compartió con mandarines y faquires la leyenda de las melés y los placajes? Afirmativo. Fue al entonces remoto Oriente a aprender su medicina tradicional y de voluntario con varias ONG. Pero Jesús no viajaba sin balón (ovalado) y era capaz de enseñar los (feroces) secretos de un ensayo más allá de cualquier frontera. Porque, faltaría más, nunca creyó en las fronteras. De hecho, la mayoría de sus 23 equipos pasaba al otro lado del Bidasoa como si tal cosa poco después de la muerte de Franco y muchísimo antes de que el BO y el Aviron imaginasen que algún día dirimirían sus diferencias en el Top 14 de Francia en un Anoeta lleno a rebosar.

Jesús puso en marcha decenas de equipos. Que perdurasen o no es otra historia. Pero ahí están, a partir de 1963, desde Los Luises de Martutene hasta digamos que, ya hace 25 años, los fabulosos Beltzak de Lasarte (en plena, acción, por supuesto). Idea, ferocidad, locura suya fueron el Motobic, la SD Anoeta, el B(askonia)-O(ndarreta)-A(ntiguotarra). Sin olvidar el Billabona de camiseta naranja. El Tolosa, de equipación azul. El Morlans... Enseñó a jugar al rugby a los míticos 'okupas' de Txerrimuño, Lezo. Hubo un Herriona. Y un Urolako Rugby Taldea. Siempre y por supuesto, (recuerden: ferocidad) lejos de cualquier federación, guipuzcoana, vasca o española. Hubo un tiempo en que disputó copas y campeonatos. Pero al rato apostó por una feroz (recuerden...) independencia. Por eso creó la Euskalherriko Rugby Eskola Independientea. ¿Entrenamientos? En la arena de La Zurriola. No lejos de donde, también, montó la Escuela de Circo porque si hubo algo que Jesús amase casi tanto como el rugby fue el mundo de la carpa, los leones, trapecistas y payasos.

Titiriteros y veteranos

Áspero. Díscolo. Muchos le criticaron. Otros le dejaron por imposible. Unos cuantos luchan porque todos los tesoros de rugby que acumuló se guarden en un museo (vivo). 1.500 jugadores llegó a entrenar. De Gros a la China. El sábado el homenaje será de raza: los sub 17 del Stade Hendayais contra una selección guipuzcoana; el AOC (Ondarraitz) contra veteranos peleones que se divertirán a la 'tokata'; Ordizia, Bardulians... Y titiriteros. Se ruega asistencia. Feroz. Y libre.

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