La táctica de la ACB: dilatar su decisión sobre el GB hasta agotarlo

La ACB ya tiene elegido cuál es el camino para contentar al Consejo Superior de Deportes y a su vez cerrar la puerta al ascenso de Gipuzkoa Basket. Su táctica es dilatar cualquier decisión lo máximo posible, cuanto más cerca del inicio de la competición, mucho mejor, para que Gipuzkoa Basket no tenga tiempo de armar un equipo y acabe cediendo en su defensa por rematar lo conseguido en la pista.

No se espera un comunicado de la ACB y tampoco declaraciones de su presidente Antonio Martín en torno a las conversaciones que están teniendo, las últimas ayer, porque la patronal de clubes quiere pasar de refilón en este asunto, no quiere hacer ruido. Sabe la ACB que está atada de pies y manos porque la decisión de cerrarse en banda a la posibilidad de que uno de los ascendidos de la LEB Oro entre en su competición va en contra de lo acordado por escrito con la Federación Española de Baloncesto (FEB) y además existe jurisprudencia que va en su contra.

De ahí que esté ralentizando todos los pasos para que Gipuzkoa Basket termine entregando la cuchara, según fuentes conocedoras de las conversaciones mantenidas en los últimos días por los representantes del Consejo Superior de Deportes, la FEB y la propia ACB. En este marco, la Federación y la ACB, con el CSD de mediador, debían llegar a un punto intermedio para hacer cumplir el convenio que recoge dos ascensos desde la LEB Oro a la ACB al final de cada temporada. Y por ahora, nada de nada.

La ACB no va a ceder. Ha levantado un muro. Solo aceptaría el ingreso de Gipuzkoa Basket, aumentar su liga de dieciocho a diecinueve equipos, si se acuerda un ascenso y no dos desde la LEB Oro a la ACB al final de la temporada 2020/21. Y esta es una hipótesis que no se va a dar de ninguna manera porque si la Federación Española lo acepta estaría generándose un problema con los equipos ya inscritos para la próxima temporada en la LEB Oro. Con las bases de competición ya aprobadas en la LEB Oro y los equipos apuntados, no cabe lugar a esa opción.

Así que la ACB se va a agarrar a cualquier argumento para dilatar estas conversaciones. El martes defendía que solo hubiera un ascenso, ayer que Gipuzkoa Basket no cumple los requisitos, cuando la realidad es que ha superado ya la auditoría exigida por la ACB, y hoy o mañana es imposible adivinar por dónde saldrá. Es fácil que su próxima decisión sea anunciar que todavía tiene que trasladar a sus clubes lo abordado en estas reuniones con la FEB con el CSD de testigo. Y así pasan los días.

Todo apunta a que Gipuzkoa Basket acabará defendiendo su derecho en los tribunales. Sentencias como la que dio la razón al Obradoiro le respaldarían aunque entraría en una etapa sin fecha de caducidad que retrasaría su concurso en la ACB sine die.