La sobriedad del Obradoiro puede con los destellos del Gipuzkoa Basket

El cuadro gallego aprovechó su mayor rigor defensivo para asentarse sobre el parquet. Mikel Odriozola volvió a apostar por poner a Vrankic de pívot acompañado por Mokran, sin ningún '5' puro, y los gallegos comenzaron el encuentro haciendo llegar el balón a las zonas interiores, donde el veteranísimo trotamundos Oliver Stevic -40 años y nueve clubes de España entre ACB y Primera FEB en su carrera- supo castigar con seis puntos en los primeros minutos del encuentro.

El técnico donostiarra protestó varias veces ya en el primer cuarto por el criterio arbitral, que castigó en exceso al cuadro local. La mesa de anotación apuntó ocho faltas al Gipuzkoa Basket y el Obradoiro se fue a la línea del tiro libre en seis de ellas, aunque después le costó trasladar esa ventaja al marcador y de trece intentos tan solo convirtió siete. En el otro lado de la cancha fue Vrankic el que lideró al Inveready Gipuzkoa, con un sorprendentemente móvil Pape Sall aportando su granito de arena con cuatro puntos consecutivos que neutralizaron una primera estirada de los foráneos.

El ritmo del partido lo tenían ellos. El control era suyo y si el guion del encuentro estuviera representado en un electrocardiograma la línea dibujada sería recta y sin alteraciones. Al Gipuzkoa Basket, sin embargo, le interesaba todo lo contrario. Sin un pívot influyente en su juego, necesita zarandear el enfrentamiento para encestar con mayor facilidad, pero fue precisamente con Lepichev cuando el equipo más creció. Controló con más limpieza el rebote, comenzó a correr y logró un parcial de 10-2 en menos de tres minutos que sirvió para obtener la máxima ventaja de la tarde para el Inveready (41-35, min. 18). Gonzalo Rodríguez no pudo invertir la dinámica ni con dos tiempos muertos, pero lástima que la bocina que mandó a los dos equipos a los vestuarios sonó en el mejor momento de los de Odriozola.

Después del descanso el Obradoiro salió con otra marcha y con más alegría, sobre todo desde el perímetro, y los dos triples que Micovic y Davison anotaron en cuarenta segundos fueron el preludio del parcial de 0-10 que los gallegos lograron en los últimos minutos del tercer cuarto. Al rigor defensivo se unió la claridad ofensiva y los visitantes despegaron liderados por Millán Jiménez, canterano del Valencia Basket cedido en Santiago de Compostela (54-63, min. 29).

Hubo reacción del Gipuzkoa Basket, pero de una manera en la que los frutos pueden llegar a corto plazo pero no es sostenible en el tiempo. Mateo Díaz, como buen uruguayo, es un jugador que no se arruga y tira de carácter para echarse al equipo a sus espaldas. Es veloz con el balón en sus manos y atrevido en la toma de decisiones. Anotó seis puntos consecutivos que acercaron a uno al Gipuzkoa Basket a 7:47 del final (66-67), mucho tiempo para que ese juego alocado fuera sostenible.

El marcador transmitía esperanza y opciones de victoria, pero el Obradoiro no se puso nervioso y regresó a su versión más sobria para, puñalada a puñalada en forma de triple de Galán, canasta de Millán Jiménez, dos puntos de Micovic y sobre todo un triple de Varela, dejaran el encuentro sentenciado a tres minutos y medio de la conclusión del encuentro (68-77, min. 37).

Derrota que corta la racha de tres victorias consecutivas del Gipuzkoa Basket, que se mide al Burgos y al Fuenlabrada antes del parón de selecciones de mediados de noviembre.