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R. M.
San Sebastián
Miércoles, 16 de abril 2025, 14:08
De un tiempo a esta parte no está teniendo suerte el Gipuzkoa Basket en las últimas temporadas, porque las jornadas de Semana Santa le toca ... jugar como local. «Es un día, por un lado un pelín complicado, viernes, Semana Santa, mucha gente aprovecha para irse fuera y demás, pero para el que se queda aquí y no tiene otros planes, yo creo que las seis de la tarde es buena hora. En casa hemos ganado los tres últimos partidos, que es importante para nosotros estar en casa», certifica el entrenador del GBC Mikel Odriozola. El técnico donostiarra pone en valor el ambiente que se ha vivido en los últimos choques disputados en el Amenabar Arena y que han terminado con victoria del Inveready GBC. «En los últimos partidos ha habido buen ambiente y al final tenemos que sumar entre todos. La gente nos va a ayudar, nos va a apoyar y en estos momentos de la liga, sacar esta victoria para nosotros sería muy importante. Y transmitir a la gente que todo el apoyo es bienvenido, que todos están invitados a animarnos y que seguro que entre todos podemos hacer un buen partido y ojalá nos llevemos una alegría».
Realizado este llamamiento se espera que haya una buena atmósfera para comprobar si la escuadra guipuzcoana sigue con su buena racha, que se certifica en cinco triunfos de sus últimas seis comparecencias. Ha derrotado a Valladolid, Zamora y Tizona y Odriozola cree que ha habido una pequeña metamorfosis en el juego de su equipo. «El equipo está jugando con una energía un poco diferente, seguramente con un ritmo un pelín más alto que antes y seguramente con un poquito más de movilidad. Defensivamente, esa energía se nota». Odriozola considera además que «si eres capaz de estar en el ritmo del partido, si eres capaz de controlar el rebote y un poquito que su balón no circule muy fácil, pues creo que estás más cerca de la victoria. Creo que en esas cosas hemos hecho mejores esfuerzos y ojalá podamos contra Oviedo, que es un equipo muy diferente al que tuvimos la semana pasada».
Precisamente, el entrenador de Aiete certifica las diferencias entre el Menorca y su rival del viernes, donde subraya que es un equipo muy competitivo y que tiene un juego muy vertical en los primeros segundos de posesión. «Oviedo juega a un ritmo alto, intenta sacar ventajas de las primeras situaciones. Es un equipo que tiene varios jugadores muy verticales al aro, con otros cuadros que tiran bien a pies parados. Oviedo casi saca la victoria en Pumarín contra Burgos, que ha perdido muy poco durante todo el año». Langarita, Valinotti, Lobaco y su interior Nweke, serán sus principales jugadores a vigilar. Han perdido al donostiarra Mikel Sanz, que estaba completando una sensacional temporada, fichado recientemente por el Hiopos Lleida de ACB.
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