La sanción al Athletic por las bengalas, la mitad que al Anderlecht

El castigo para el Anderlecht por los desmanes de sus ultras en Anoeta corresponde al doble en lo que se refiere al capítulo ecómico, fue de 60.000 euros, y fue mucho más severa en los que se refiere a las consecuencias para toda su afición. Los hinchas del club belga no podrán acompañar a su equipo durante sus tres próximas visitas en competición europea. Se trata, además, de una suspensión confirmada por el Comité de Apelación de la UEFA tras el recurso a la primera resolución del Comité de Disiciplina. La UEFA responsabiliza al club de Bruselas del lanzamiento de objetos, los incidentes y los daños causados en el estadio y las instalaciones realistas el pasado 3 de octubre.

En ambos casos, los incidentes los causó una pequeña representación de la hinchada desplazada. En el del Athletic, fueron unos pocos los seguidores que encendieron y lanzaron bengalas desde la grada reservada al equipo visitante en el partido del pasado 19 de septiembre ante la Roma. Fue un bochorno para el contingente de 3.000 seguidores rojiblancos. Y en Donostia, eran 300 los ultras entre los 1.100 seguidores del Anderlecht presentes y los que sembraron el pánico en Anoeta, un grupúsculo de esos 300. De hecho, la afición pacífica del cuadro belga recibió con una pitada a los radicales en su siguiente partido en casa.

Así las cosas, la afición del Athletic podrá viajar sin problemas a Bulgaria en el próximo desplazamiento europeo del Athletic, que visita al Ludogorets el próximo 7 de noviembre. La prohibición queda en suspenso porque no existen antecentes de problemas causados su afición o, por lo menos, han prescrito. El club rojiblanco, por su parte, deja claro en su comunicado que, cuando dispongan de toda la información, van a adoptar medidas «contra las personas identificadas en los citados disturbios» e incluso pretende que sean ellos los que asuman la multa económica al club.