Sanse y Real Unión ya conocen la identidad de sus rivales
Los clubes han decidido por votación la distribución de los dos grupos que componen la categoría para la temporada 2022/23
Sanse y Real Unión tendrán que hacer más kilómetros de los deseados para competir la próxima temporada en la Primera RFEF. Los clubes que componen la categoría han votado la composición de los grupos y el resultado deja a los dos equipos guipuzcoanos emparejados con vizcaínos, riojanos, catalanes y valencianos, además del Real Murcia, el Numancia de Soria, el Osasuna B y el Atlético Baleares.
La nueva configuración, que aún es provisional pendiente de la inscripción definitiva de cada uno de los equipos en la categoría, cambia radicalmente el panorama para Sanse y Real Unión ya que además del evidente aumento de las distancias es incuestionable que el nuevo grupo aumenta también la dificultad por la presencia de los siempre pujantes conjuntos catalanes y valencianos.
Así queda el grupo
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Euskadi: Sanse, Real Unión, Athletic B y Amorebieta.
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Catalunya: Sabadell, Barcelona B, Nàstic de Tarragona y Cornellà.
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Comunidad Valenciana: Castellón, Eldense, Alcoyano, Intercity y La Nucía.
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La Rioja: UD Logroñés, SD Logroñés y Calahorra.
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Navarra: Osasuna B.
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Región de Murcia: Real Murcia.
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Castilla y León: Numancia.
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Baleares: Atlético Baleares.
Se da la circunstancia de que los dos equipos guipuzcoanos no coincidían con los conjuntos catalanes desde la campaña 2001/2002 y el recuerdo no es precisamente positivo. Aquel ejercicio en Segunda B compitieron Real Unión, Sanse, Eibar B y Beasain y todos salvo los irundarras terminaron perdiendo la categoría, siendo sextos los unionistas.
En la 2012/13 el Lleida estuvo incluido con Real Unión y Sanse, pero fue una petición del conjunto catalán que fue aceptada por la Comisión de Clubes de Segunda B.
