«Jugar en el equipo de mi ciudad está siendo especial»

– Le empiezo preguntando por los goles. ¿Se quedaría satisfecho con el primero, no?

– Nuestro planteamiento de partido era estar replegados y esperar oportunidades a la contra. En el 0-1 solo subimos tres compañeros y creo que ellos defendían con cuatro o cinco. Hay un momento en el que abro los brazos pidiendo un apoyo y cuando veo que es complicado, pienso que hay que sacar algo de la jugada. Le pego fuerte y tuve la suerte de que fuera ahí.

– El segundo llega tras una larga carrera. ¿Quería sorprender por el primer palo?

– Busqué meterme más dentro pero el defensa no me da la posibilidad. Estaba esperando el desmarque de Carlos Bravo al segundo palo. En ese momento el portero piensa que se la voy a cruzar y golpeo por el primer palo. No le doy del todo bien pero tengo la suerte de que se vence al otro lado.

– Se le vio celebrar los dos goles con rabia, quizás algo de liberación. ¿Necesitaba un partido así con el Real Unión?

– Fue rabia sana. Llevaba mucho tiempo entrenando bien pero cuando las cosas funcionan es más difícil entrar en el equipo. Es una situación en la que tú sabes que estás preparado pero también eres consciente de que los compañeros están rindiendo. Tuve la fortuna de jugar el domingo, me salió buen partido y estoy contento por eso.

– ¿Tuvieron dedicatoria especial los goles, no?

– Siempre se los dedico a mi chica, a mi madre y a mi abuela.

– Se le da bien Riazor. Ya había hecho un buen partido con el Numancia.

– He ido tres veces. En el primero di dos asistencias, en el segundo me fui noqueado por un pelotazo en la cabeza y el otro día metí dos goles. No sé si voy a querer volver, no sé qué es lo siguiente que puede pasar.

– Se plantaron en A Coruña después de tener que lidiar con un brote de trece casos. ¿Cómo vivió los días previos?

– Sabemos cuál es la realidad que estamos atravesando. Tuvimos un brote después de los viajes a León y Vigo y varios compañeros tuvieron que parar. Estuvimos entrenando muy pocos y con una sensación bastante rara. Habíamos tenido bastante normalidad hasta el momento y todo cambia cuando saltan las alarmas. Al final pudimos viajar y salió bien, así que no nos podemos quejar.

– Son el mejor equipo a domicilio. ¿Qué explicación le encuentra?

– Nosotros trabajamos igual cada fin de semana. Es verdad que cuando juegas en casa intentas tener el mando del partido y siempre es más difícil construir que destruir. Fuera de casa defendemos bien y estamos en un momento de 'flor', como se suele decir. Necesitamos muy poco para hacer gol.

– La asignatura pendiente está en el Stadium Gal.

– Sabemos que si queremos estar lo más arriba posible tenemos que mejorar nuestro rendimiento en casa, empezando por este sábado. Venimos de ganar en Riazor y queremos darle continuidad. Que no se quede en una buena historia.

– ¿Se ven luchando por entrar en play-off a final de temporada?

– Desde el principio el objetivo ha sido salvar la categoría y matemáticamente todavía no está hecho. Vamos día a día, como dice el míster, que es lo que está provocando que sea un año bonito. El tiempo dirá. Si llegamos a las últimas jornadas con opciones de meternos en el play-off, pelearemos por ello.

– Después de varias experiencias lejos de Irun, ¿cómo está viviendo ser parte del Real Unión?

– De una forma especial. Nunca había jugado en el equipo de mi ciudad. Conoces a muchas personas, te preguntan por la calle y es más fácil tener trato porque hay gente a la que conoces de toda la vida. Estoy contento. Ojalá la temporada acabe bien.