El Beasain firma un ascenso histórico en Loinaz

El partido comenzó con muchas interrupciones, con ambos equipos conscientes de la trascendencia del encuentro. Fuertes en las disputas y con mucho contacto, los dos conjuntos protagonizaron quince minutos iniciales cargados de tensión y poco juego. El Beasain buscó controlar el marcador desde la posesión, sabiendo que partía con ventaja tras el resultado de la ida, pero el Cortes supo incomodar lo suficiente como para que, en una acción muy protestada por los locales, el árbitro expulsara al técnico beasaindarra, Mikel Arruabarrena.

La primera y única ocasión clara de la primera parte fue para los locales. Bengoetxea, en el tiempo de descuento, armó la pierna tras un error rival y dirigió el balón al palo izquierdo de la portería, pero Bokele logró sacar una gran mano abajo para evitar el gol.

Nada más comenzar la segunda mitad llegó el terremoto beasaindarra. Los vagoneros salieron al campo sabiendo que había que meter una marcha más al partido, y así lo hicieron. El primer gol llegó tras una buena jugada del capitán Eizagirre por banda izquierda y un remate de Pita, que aprovechó un rechace en el área pequeña procedente del portero visitante. Trece minutos después, Bengoetxea fue el encargado de ampliar la ventaja en el marcador. Un saque de banda rápido y un fallo en el despeje de los visitantes dejaron al '17' solo ante el guardameta que no perdonó y cuyo tanto llevo al éxtasis a las gradas de Loinaz.

Con el marcador controlado, los locales supieron gestionar el tramo final del partido con una defensa de cinco y una presión alta que incomodó cualquier intento de reacción del Cortes.

Loinaz vivió uno de esos llenos absolutos que reflejan la unión entre la afición y su equipo. Con la grada repleta y sin un solo hueco libre en las vallas que rodean el campo, 6.000 beasaindarras empujaron al conjunto blanquiazul desde el inicio del partido. Se pudo ver un ambiente futbolero de lo más tradicional, donde abuelos, madres, padres y cuadrillas disfrutaron de una tarde histórica para el equipo del goierri. Se apreciaron los nervios de los aficionados desde el inicio y entre gritos y aplausos, la grada empujó al equipo hasta los últimos instantes del partido. A los aficionados les faltó tiempo para saltar al terreno de juego nada más finalizar el partido, y es que ninguno dudó en unirse a los jugadores para celebrar un ascenso que ya forma parte de la historia del club.