Tiroteado el autobús del Fenerbahce

El autobús del Fenerbahce de Estambul fue tiroteado este sábado a su paso por la ciudad de Trebisonda tras su goleada en el campo del Rizespor (1-5), en partido correspondiente a la vigesimosexta jornada de la liga turca.

El conductor del autobús fue alcanzado por un disparo y resultó herido, según anunció la televisión del país otomano. El equipo del Fenerbahce, tras colocarse líder provisional de la liga de su país, viajaba de regreso a Estambul tras ganar en Rize, ciudad cercana a Trebisonda.

La luna delantera del vehículo sufrió el impacto de disparos de arma de fuego y uno de ellos hirió al chófer con el autocar en marcha. El volante del vehículo tuvo que ser controlado por los miembros de seguridad del equipo turco, tras ser alcanzado el conductor.

La víctima fue trasladada de urgencia al hospital con heridas en la cara. La policía debió posteriormente escoltar al autocar hasta su llegada al aeropuerto de Trebisonda.

"Es increíble. Un ataque así sólo puede perseguir como objetivo cometer un homicidio", exclamó indicó Mahmut Uslu, un directivo del Fenerbahçe, que iba en el autobús ante las cámaras de televisión. Las imágenes mostraron la parte delantera del autobús acribillado a balazos. Ninguno de los jugadores resultó herido.

La Federación Turca de Fútbol (TFF) "denunció con la máxima firmeza" el incidente y reclamó en un comunicado que los autores "comparezcan inmediatamente ante la justicia y sean castigados", mientras que la prensa deportiva estaba conmocionada por el incidente, inédito en Turquía, pese a que la violencia es frecuente en el fútbol, deporte rey en el país.

Los jugadores y equipo técnico del club fueron recibidos por la noche en el aeropuerto Sabiha Gökçen de Estambul por cientos de seguidores que enarbolaban los colores azul y amarillo del club, y por el presidente de Fenerbahçe, Aziz Yildirim, según mostraron las televisiones.

Este ataque se produce después de que Turquía haya sufrido la semana pasada una ola de violencia política a dos meses de las elecciones legislativas del 7 de junio en un país polarizado entre partidarios y detractores del presidente Erdogan, que quiere reforzar sus poderes con ese escrutinio.

Un fiscal fue secuestrado por dos extremistas de un grupo ultraizquierdista en Estambul. Los tres acabaron muertos. Y una militante del mismo grupo clandestino atacó la central policial de esta megalópolis y fue abatida por los policías de guardia.