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Wallays, el sufrimiento como bandera

Wallays, el sufrimiento como bandera

El ganador de la sexta etapa dela Vuelta a San Juan terminó la ronda española del año pasado con una fractura de escafoides y dos costillas rotas

benito urraburu

Domingo, 28 de enero 2018, 09:48

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Un cañon lanzaba confetis de colores azul y blanco sobre los corredores mientras tomaban la salida en la penúltima etapa de la Vuela a San Juan, a las 4 de la tarde (ocho en España), con unos 35 grados de temperatura.

Un aficionado le dijo a quien manejaba el pequeño artefacto que llenó el cielo, por encima de las cabezas de los ciclistas, de papelitos lo siguiente: “A ver si le pegas al helicóptero y se nos viene encima”.

En la llegada, Jelle Wallays deshizo al equipo Quick Step, desbaratando una llegada masiva o de un pequeño grupo de ciclistas. El belga del equipo Lotto-Soudal, un tanque de ciclista, -mide 1.85 y pesa 77 kilos-, reguló muy bien los últimos seis kilómetros de la etapa, en los que atacó a lo que quedaba de una fuga de diecisiete ciclistas en la que estaban, entre otros, Rubiano, Alafi, Keisse, Camacho o el navarro Josu Zabala, Astiasaran y Oyola que se había formado casi desde la salida. El líder, Gonzalo Najar, conservó el primer puesto sin problemas.

Hombre a la fuga

Wallays ganó de la misma forma en la que lo hizo en la París-Tours de 2014. Entonces formo parte de un grupo que se fue en la salida, al que sobrevivirían Thomas Voeckler y él. Le ganó al francés en la línea de meta, para disgustote los franceses.

En 'A Través de Flandes', que también ganó, estuvo escapado 120 kilómetros con Michal Kwiatkowski y Dylan Teus, a los que dejó a dos kilómetros de la llegada.

La de ayer fue una etapa corta, de 152,6 kilómetros, en la que se rodó a 46,842 kilómetros por hora. No había montaña. El único peligro era el viento que se hizo dueño de San Juan por la mañana y que amainó mucho durante la etapa, lo que evitó que se produjesen abanicos. Hubo equipos que lo intentaron, pero no había nada que hacer. Eolo no estaba por la labor.

Wallays es un sufridor, uno de esos ciclistas que trabajan para los líderes del Lotto y que cuando tiene su oportunidad la aprovecha, como ayer. “No soy un ganador, normalmente suelo trabajar para mis compañeros. Hoy estaba en una buena posición y he podido ganar. Hace años, cuando se corría de otra forma, hubiera ganado más carreras”, explicó.

“Cuando he ganado escapado ha sido siempre con carreras extremas, o con lluvia y mucho frío, o un calor extremo, como hoy”. Un ciclista sin medida.

Lesionado en la Vuelta

En la pasada Vuelta a España terminó la carrera después de dos fuertes caídas que padeció en la primera semana de carrera, concretamente en la cuarta etapa. Le hicieron un reconocimiento médico pero solo le encontraron magulladuras. Un día después se caería en el avituallamiento.

Tenía molestias pero siguió hasta llegar a Madrid. Cuando acabó la prueba le hicieron pasar un reconocimiento médico por las molestias que tenía y se encontraron con que había corrido con una fractura de escafoides en su mano derecha y dos costillas fracturadas, la sexta y la séptima, en la parte derecha de su cuerpo, donde se llevó todo el golpe.

Perdió todo lo que le quedaba de temporada este corredor que cumple su tercera temporada en el equipo Lotto. Tiene 28 años. Había debutado en el profesionalismo en 2010 con el Vlandeeren. Lotto lleva cuatro triunfos con el de ayer. Los otros tres fueron de André Greipel, en Australia, y de Tim Wellens en la Challange de Mallorca.

El líder, Gonzalo Najar, aguantó sin problemas su primer puesto y tiene la carrera ganada. Hubo un corte en la parte final de la etapa, debido a una caída, en la que se vio implicado, entre otros, Lluis Mas, que se dio un buen golpe, que le hizo a Óscar Sevilla recuperar once segundos en la general.

Una mujer valiente

Sobre la línea de meta de la quinta etapa de la Vuelta a San Juan había una figura de una mujer tumbada con un niño que está sobre uno de sus pechos. Era Deslinda Antonia Correa. Esa mujer generó una leyenda en San Juan de la que hay diferentes versiones. Vivía junto a su marido en el departamento de Angaco. Al marido de le reclutaron para las guerras civiles en 1840.

Le obligaron a ir con la milicia. Agobiada por el comisario del pueblo y angustiada por su marido, decidió seguirle hasta la provincia de La Rioja por zonas desérticas. Cuando se le acabó el agua y la poca comida que llevaba, estrechó a su hijo contra su pecho y se cobijó debajo de la sombra de un algarrobo, donde murió.

Unos agricultores pasaron por la zona y encontraron al niño vivo mientras seguía amamantándose del pecho de su madre. Ese lugar se conoce como Vallecito. Acabó convirtiéndose en un lugar de peregrinación al que siguen acudiendo miles de personas. Una mujer valiente, como el ganador, Jelle Wallays, que también tiene un hermano ciclista. Jens. Valientes hay muchos, pero para ganar hay que tener fuerza, como Wallays.

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