La celebración de Izagirre: del dibujo de su sobrino al habitual 'un blem be' con los compañeros

Fue una tarde-noche para celebrar. Con la familia, en la lejanía, con la fecilitación de su hermano Gorka a pie de meta, y con la cena con compañeros y técnicos del equipo Cofidis en el hotel. Ion Izagirre disfrutó todo lo posible en la tarde del jueves de su triunfo en la duodécima etapa del Tour de Francia, la segunda en la ronda gala de su carrera. Cerró el día además con el particular brindis con acento vasco con el que se celebran los buenos momentos y las gestas como ayer.

El de Ormaiztegi cogió la copa de champán en la cena y comenzó con el tradicional canto: 'Um blem ble, um blem ble, kopa hori, kopa hori, txirri aska, txirri aska, altza kopa hori, altza kopa hori, ieu!'. Grito de guerra en cumpleaños, bodas y todo tipo de celebraciones para hacer levantarse de sus sillas a los asistentes y chocar las copas. Todos los miembros del equipo, alguno más tímido que otro, le siguieron, como muestran las imágenes subidas por el equipo Cofidis a sus redes sociales.

La ceremonia es habitual en los triunfos vascos y sobre todo en el de los Izagirre, como muestra también la celebración del propio Ion en el triunfo en la Vuelta a España en Formigal con sus compañeros de Astana.

Especial también fue la llegada al hotel del equipo de Ion, que fue saludando uno por uno a los técnicos y mecánicos que se encontraban limpiando y dejando listas las bicicletas para el día siguiente. «Zorionak!», le gritaban los mecánicos mientras Izagirre les palmeaba las espaldas: «Vaya Tour, ¡Mamma mia!», repetía el de Ormaiztegi.

Pero si especial fue la celebración con los compañeros, más lo fue el contacto, en la lejanía, con la familia. Ya en la llegada a meta, con el gesto de tirarse de las orejas y marcar hasta cuatro con los dedos, dedicaba a su pequeña Iraia de cuatro años su victoria. Ion felicitó a la pequeña por whatsapp a primera hora de la mañana antes de la etapa y lloró en la llegada al acordarse de ella. Después pudo hablar largo y tendido con ella, con mucha emoción.

El resto de la familia también felicitó a Ion. Muy especial resultó el dibujo que uno de los sobrinos le dedicó a su tío. «Zorionak osaba!», publicó su cuñada, la diseñadora Aurkene Ormazabal esposa de su hermano Gorka, una 'story' en Instagram junto a el dibujo. La imagen fue republicada después por el propio Ion en sus redes sociales.

Una celebración, por tanto, a la altura del triunfo conseguido por el ciclista de Ormaiztegi.