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Joseba Lezeta
San Sebastián
Miércoles, 5 de marzo 2025, 18:30
La Clásica de Ordizia desaparece del calendario guipuzcoano, al menos este año. La sociedad Chapel Gorri renuncia a organizar la centenaria prueba de profesionales del 25 de julio por el déficit que origina actualmente su disputa. Deberá esperar al menos hasta 2026 para alcanzar su edición número 102.
Los responsables de la sociedad Chapel Gorri, impulsora de la carrera, han tomado la ingrata decisión empujados por razones económicas. Las detalla Ketxus Sanz, integrante del comité organizador. «En la edición del año pasado acumulamos unas pérdidas de 30.000 euros y para cubrir gastos recurrimos al remanente que existía en las arcas. Nuestras previsiones para 2025 eran similares y no podemos continuar en esta dinámica negativa. En estas condiciones, si no parábamos este año, iba a ser el siguiente».
El presupuesto actual de la Oridiziako Klasika ronda «los 160.000 euros» según Ketxus Sanz, quien ofrece nuevos datos. «Nuestro club organiza tres carreras a lo largo de la temporada. Además de la de profesionales del 25 de julio, tenemos una de cadetes en julio, el sábado anterior al día de Santa Ana, y una de féminas durante la Vuelta a Gipuzkoa, cuya fecha depende de dónde la sitúen en el calendario. En 2024, por ejemplo, tuvo lugar en septiembre. Los gastos totales ascienden a alrededor de 168.000 euros. La mayor parte, aproximadamente el 95%, corresponde a la de profesionales. Hemos decidido dejar de organizar las tres».
Los responsables del Chapel Gorri no han permanecido con los brazos cruzados ante la complicada situación económica de su carrera principal. Hace aproximadamente un mes llevaron a cabo una reunión con el Ayuntamiento para exponerles el problema y dar cuenta del nivel de gasto que exige actualmente una de las pruebas de profesionales más antigua del calendario internacional.
«Cuando has cumplido cien años, resistir y sobrevivir ya es una victoria», señalaba Adur Ezenarro, alcalde de Ordizia, en el libro de ruta de la prueba del pasado año. Esta vez no ha sido posible, ya que las ayudas institucionales no bastan para mantener en pie esta longeva iniciativa de un grupo de amantes del ciclismo.
Los organizadores también han mantenido contactos con una empresa de Bilbao dedicada a la búsqueda de patrocinios para pruebas deportivas. Se han encontrado con que la práctica totalidad de posibles firmas colaboradoras tienen cerrados los presupuestos de publicidad para el presente curso. De momento no ha surtido efecto esta vía, si bien continúa abierta la posibilidad de encontrar espónsores para futuras ediciones.
El paso de las semanas apretaba y las pérdidas económicas inquietaban en el seno de la organización, obligada a tomar una determinación con antelación suficiente. Aquella prueba creada en 1922 cuyo palmarés inauguró Francisco Sarasola, que vivió únicamente un paréntesis por la Guerra Civil en 1937 y 1938, y fue capaz de sobrevivir incluso durante la pandemia del Covid-19 en 2020 no tendrá lugar este año y se halla en una encrucijada.
En este difícil momento y sin perder la esperanza de recuperarla en 2026, el comité organizador no se olvida de los fieles de la Prueba Villafranca: «Quisiéramos mostrar nuestro agradecimiento a las instituciones, patrocinadores, socios protectores y colaboradores que nos han apoyado a lo largo de todos estos años».
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