Subida de tanteo
El equipo Movistar ha demostrado buenas maneras y buenas formas en la ascensión a Peñas Blancas, con un trabajo escalonado y bonito. Pero no tuvo mayores consecuencias para la clasificación general. Fue una subida de tanteo. De momento, mientras alguien no demuestre lo contrario, el corredor más fuerte de la carrera sigue siendo Evenepoel.
Era un puerto largo de esos que te van ahogando, idóneo para imponer un ritmo alto. Guarda ciertas similitudes con Sierra Nevada, pero sin el problema añadido de la altitud. La maniobra de elevar la velocidad a cargo de Jumbo invitaba a creer en un hipotético ataque de Roglic, quien no se movió y se limitó a perseguir. Quick Step respondió dentro de sus límites actuales tras la pérdida de Alaphilippe por caída, la retirada de Serry por Covid y el desgaste que ya acumula.
Me sigo agarrando a la jornada del domingo en Sierra Nevada como la adecuada para lanzar un ataque en toda regla. Deberá ser aún mejor que el rabioso de este jueves obra de Carapaz. Le bastó una arrancada. En realidad, mejor una con fundamento que veinte de gaseosa.
La caída del líder confirma lo que Jesús Loroño apuntó en su día y traemos a colación a menudo. La carrera acaba en la última raya. Todo indica que solventó el incidente con un roce en el muslo. Ni siquiera pidió atención médica en carrera. Fue una caída tipo MotoGP. Inclinó tanto la bicicleta que el tubular perdió adherencia. Supongo que la carretera estaría 'patinadosa', como solía decir Linares antes de que nuestras sucesivas tomaduras de pelo le empujaran a corregir la palabra.
Por cierto, pocos corredores llevan ya guantes. Tampoco el maillot rojo. Esa protección te defiende de roces molestos a la hora de agarrar el manillar. Los recomiendo.