Usoa Ostolaza, ciclista del Laboral Kutxa: «El deporte femenino necesita un proyecto así»
Usoa Ostolaza (1998, Zarautz) da un paso más en su carrera. Sigue en la estructura del Laboral Kutxa y se convierte en uno de los ... referentes de un equipo que en 2023 da un salto y se adentra en el profesionalismo de verdad, con la aspiración de convertirse en World Tour lo antes posible, dentro del periodo de seis años de patrocinio que la entidad financiera ha suscrito con la formación de la Fundación Euskadi. Y con un reto de aún mayor calado: el compromiso de la igualdad salarial entre sus corredoras y los ciclistas del Euskaltel ya en 2024. La zarauztarra se ha centrado definitivamente en el ciclismo tras brillar en triatlón y duatlón hasta 2021.
– El Laboral Kutxa ha mostrado sus nuevos maillots para la próxima temporada y al mismo tiempo ha dado a conocer un proyecto ambicioso, en lo deportivo y en lo social.
– El equipo ha dado un gran cambio para 2023. El proyecto va por muy buen camino, tenemos el objetivo muy claro y estamos con más ilusión que nunca todas las ciclistas. Con muchas ganas de comenzar ya la temporada.
– Aumenta la inversión y el presupuesto asciende hasta 1,8 millones. ¿Cómo perciben ese crecimiento las ciclistas?
– El ciclismo femenino se está profesionalizando poco a poco y con este equipo Laboral Kutxa ha dado el paso adelante. De esta manera podemos dejar nuestro trabajo a un lado y disponer de más tiempo para el ciclismo, para entrenar. En consecuencia, los objetivos que nos marcamos también son más altos. Aspiramos a una mejoría y a aprender más de este deporte.
– ¿Es importante que un equipo apueste abiertamente por la igualdad?
– El deporte femenino en general necesita un proyecto así. Es verdad que ha costado llegar a este punto, este camino hacia la igualdad, pero este equipo ha hecho una apuesta importante para conseguir ese objetivo. Estamos agradecidas y tenemos que responder en la carretera a esa confianza que depositan en nosotras.
«Esperemos que en unos años haya más mujeres disfrutando del ciclismo y con la ilusión de poder llegar a profesionales»
– ¿Cómo influye que Laboral Kutxa ha firmado un contrato de patrocinio de seis años?
– Nos da mucha tranquilidad esa estabilidad. A ver si podemos ayudar a que este proyecto alcance sus objetivos.
– Los objetivos colectivos son importantes. ¿Cuáles son los suyos personalmente?
– Me gustaría participar en las carreras de máximo nivel, pero las que me hacen ilusión especial son las de casa. Por ejemplo, la Itzulia es la que más me gustaría correr. Y si podemos participar en las vueltas grandes sería impresionante.
– La plantilla se ha renovado. ¿Cuál es el nivel del equipo?
– Del año pasado a este se han hecho muchos fichajes y siempre se aprende mucho de las compañeras nuevas. Cada una viene con sus enseñanzas. El equipo ha traído a gente de mucha categoría y estamos muy a gusto. Ya hemos tenido la oportunidad de irnos conociendo y hay muy buen ambiente en el equipo. Se ve que hay nivel y estamos impacientes por empezar a disfrutar de todo ello.
– ¿El salto de categoría se nota también en lo relativo a material, staff y estructura?
– No es solo un cambio a nivel económico. Además de ello, todas las demás marcas, como Orbea y Etxeondo, también han puesto lo mejor de su parte para que este proyecto avance. Dispones de mucho más material y mejor. Es necesario si se quiere dar un verdadero paso adelante. Estamos muy agradecidas a todos los patrocinadores y al equipo.
– Los responsables del equipo quieren que sea espejo para las jóvenes. ¿Sienten esa responsabilidad?
– Se nota. Ahora tengo 24 años, pero cuando era más joven no disponía de tantos referentes, sobre todo en el ciclismo. No ves a muchas chicas entrenando en la carretera, por la tele no ves a mujeres compitiendo, pero hoy en día eso está cambiando. Nuestras carreras se televisan y eso motiva a las más jóvenes para iniciarse en el ciclismo. En definitiva, somos unos referentes y de aquí a unos años esperemos que haya más mujeres disfrutando de este deporte y que puedan tener la ilusión de llegar a convertirse en profesionales. Hace unos pocos años, esto no podía imaginarse siquiera y hoy en día es una realidad. Es una responsabilidad, sí.
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