Los jugadores del Zarautz, en un descanso de un partido en el Aritzbatalde. A. ETXEBERRIA
Balonmano

«No sabemos cuándo, pero volveremos»

Club Deportivo Zarautz. El equipo masculino desciende a Primera Nacional y el femenino lucha por el ascenso a la máxima categoría del balonmano estatal

Enrique Echavarren

San Sebastián

Miércoles, 26 de abril 2023, 02:00

El Club Deportivo Zarautz es un histórico del balonmano guipuzcoano. Cuenta en la actualidad con 34 equipos, 27 de ellos federados, y una escuela. En ... total, más de 500 fichas masculinas y femeninas. Por sus filas han pasado jugadores de la talla de Mikel Aguirrezabalaga, quien llegó a ser internacional y militó en las filas del Barcelona y del Ademar León. Sus hermanos, Alberto y David, también han estado vinculados al club zarauztarra. El primero sigue en activo, mientras el segundo se retiró. Y en el Zarautz también militó Alba Menéndez, especialista defensiva del Bera Bera, reciente campeona de Copa.

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Julen Aizpitarte (Zarautz, 1991) fue cocinero antes de fraile. Jugó en el Zarautz durante cinco temporadas y ejerce ahora como director técnico del club, que este pasado fin de semana ha consumado su descenso de categoría. «Estamos a ocho puntos del Alicante. Somos octavos de diez equipos. Hemos alargado mucho el sueño, que ha durado once años, pero estamos orgullosos de haber estado ahí arriba, peleando. Otras temporadas nos hemos mantenido en la última jornada y también llegamos a disputar la fase de ascenso a la Liga Asobal», dice ya con cierta nostalgia.

El Zarautz, que ascendió a División de Honor Plata en 2012, llevaba once temporadas en la segunda categoría del balonmano nacional. Era, junto al Barcelona B, el club más veterano de la categoría, pero no le queda otro remedio que asumir el descenso. «Durante todos estos años hemos visto pasar por Zarautz a muchos equipos, cada uno con sus circunstancias. La Liga se ha profesionalizado mucho en las últimas temporadas, la exigencia es mayor. Nosotros somos un club amateur y hemos llegado hasta donde hemos podido. Esta temporada nos ha tocado cruz. Llevábamos varios años al filo de la navaja. En once años apenas se ha fichado. En la filosofía del club no entraba gastar dinero en fichajes», puntualiza.

Pero lo que nadie quería que sucediese, ha pasado. «Todas las temporadas salíamos con la idea de mantener la categoría, pero este año se han producido muchos cambios en el equipo, han entrado entre 6 y 8 jugadores nuevos. Ha bajado la media de edad, el entrenador también era nuevo y, además, el nivel de la Liga ha subido mucho. Los chavales o estudian o trabajan y juegan por afición. No llegan a niveles profesionales. Hemos estado limitados en ese aspecto, pero a ganas no nos gana nadie. El sentimiento de pertenencia con el club es digno de elogio».

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Ante todo, competir

«Aunque haya acabado esta etapa, hay que finalizar la Liga de la mejor manera posible», puntualiza. El Zarautz debe enfrentarse aún a Alicante, Ibiza, Sant Quirze y Ciudad Real. «Tienen plantillas casi profesionales. Juegan con gente de Asobal e incluso con extranjeros. Los jugadores son todos semiprofesionales, pero aún así vamos a competir. Nuestra idea es despedir la Liga de la mejor manera posible. Nos dejaremos la piel en la cancha, no vamos a dejar de pelear».

Irene Iribar, responsable de la sección de balonmano, apunta que «ha sido un palo muy gordo. La pasada temporada aseguramos la permanencia a mediados de febrero, pero este año no se han cumplido las expectativas, creíamos que el equipo iba a mantenerse, pero no ha sido así. Se han juntado varias circunstancias negativas en forma de lesiones de varios jugadores importantes y los resultados no han acompañado. Aquí no hay fichajes, somos un equipo con gente del pueblo».

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Todo eso tendrá que cambiar. «En la asamblea de la Federación Española se instauró que la próxima temporada los equipos deben tener varios jugadores en nómina. Eso conlleva que se profesionalice un deporte que hasta gestionábamos gracias a las colaboraciones de patrocinadores pequeños del pueblo. La medida supondría unos 50.000 euros más al año, por lo que tendremos que buscar más dinero para poder competir. Nos apoyan la Diputación de Gipuzkoa y el Ayuntamiento de Zarautz, pero habrá que buscar más patrocinadores y eso está complicado. En la directiva todos somos voluntarios, nadie cobra un euro. Cada uno tiene su propio trabajo».

La cara de Zarautz es el equipo femenino, que está luchando por el ascenso a la máxima categoría. El sábado pasado perdieron en Sabadell por 31-30 y este sábado (19.30) juegan la vuelta en el Aritzbatalde. «Están de dulce –adelanta Aizpitarte, quien también ejerce de segundo entrenador–. Han cuajado una gran temporada y se merecen que todo el pueblo se vuelque con ellas. Tienen que reventar el pabellón. Nos hace falta su apoyo, seguro que lo harán».

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