Kauldi, Peciña y Garciandia regresan con el bronce al cuello

«Era un partido a cara o cruz. Nos volvíamos a casa con las manos vacías o con la medalla y, afortunadamente, salió cara», declara el irundarra Iñaki Peciña, que juega en la liga francesa. «Hicimos un partido muy serio en defensa, sobre todo en la segunda parte. Y, además, fue el mejor en ataque de todo el campeonato. Estamos muy contentos. Con este tercer puesto hemos asegurado el Preolímpico, donde nos tocará enfrentarnos a un equipo europeo», dice.

«No hubo fiesta tras el partido –puntualiza–. Entre la final y la ceremonia de entrega de medallas llegamos al hotel a medianoche y no dio tiempo para celebrarlo. Teníamos que madrugar para coger un avión de vuelta a casa».

Y destaca que «ha sido una experiencia increíble. El campeonato ha sido largo y duro. La preparación también ha sido exhaustiva, pero hemos estado centrados y hemos trabajado mucho para conseguir el objetivo. Volvemos a casa muy satisfechos».

Para Imanol Garciandia suponía su primera experiencia en un Mundial. Con anterioridad había participado dos veces en los Juegos del Mediterráneo. «Me he encontrado muy a gusto en todo momento. La acogida que me ha dispensado el grupo ha sido impresionante», señala.

Ha recogido el testigo que en su día dejaron en la selección el urretxuarra Markel Beltza y el zumarragarra Iker Santano. «Primer Mundial que disputo y vuelta a casa con una medalla. No se puede pedir más. Estoy muy, muy contento».

El lateral urretxuarra recuerda la jugada en la que marcó uno de los goles de la selección ante Suecia. «Tiré a portería, me acompañó la suerte y entró. Ya lo había intentado antes desde fuera con otro lanzamiento, pero no logré marcar. Como la primera no entró, fue a la siguiente».

Cumple su segunda temporada en el Pick Szeged húngaro. «El año pasado nos llevamos la Liga y este año hemos ganado hasta el momento todos los partidos menos uno», recalca.

Al igual que el resto de la selección, este lunes disfrutó de una comida con los miembros de la federación española y este martes tienen programado un recibimiento en la sede del Comité Olímpico Español. «¿La medalla? Se quedará en casa y la guardaré con el resto de trofeos que he ganado. ¿Cuántas tengo? Un oro y un bronce de los Juegos del Mediterráneo. Ahora les sumo esta de bronce».

Kauldi Odriozola completaba la representación guipuzcoana. El extremo derecho zumaiarra, autor también de un gol ante los suecos, comenta que «estamos muy contentos con el tercer puesto. Esperábamos estar arriba. Nuestra ilusión era estar presentes en la lucha por las medallas y lo hemos conseguido».

Reconoce que «el camino hasta disputar el partido por el tercer puesto ha sido complicado desde el principio del campeonato. En cuartos de final contra Noruega tuvimos que jugar dos prórrogas y sufrimos un montón, pero conseguimos el objetivo de pasar a semifinales. Contra Dinamarca no pudimos hacer más. Fueron mejores que nosotros y accedieron a la final por méritos propios».

La victoria ante Suecia en el partido por el tercer puesto, con el pabellón a reventar «hizo justicia a todo el trabajo que habíamos realizado durante el campeonato, tanto los responsables técnicos como los propios jugadores. Han sido muchas horas de entrenamiento, mucho desgaste físico, pero todos nos merecemos este premio. Estamos más que satisfechos con la medalla de bronce. Voy a ponerla al lado de la del subcampeonato del Europeo», concluyó.