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El Mundial de balonmano comienza hoy con el partido entre Italia y Túnez en el pabellón de Herning (Dinamarca) y se prolongará hasta la ... final de Oslo el 2 de febrero, en el fenomenal multiusos Unity Arena, que costó 50 millones de euros. El campeonato se disputa en sedes de Dinamarca, Noruega –con un pabellón cada país– y Croacia, con tres (Varazdin, Porec y Zagreb) y reúne a 32 selecciones de cuatro continentes, ya que ningún equipo oceánico se clasificó. Debido a la baja de última hora del zumaiarra Kauldi Odriozola (extremo del Nantes), un solo jugador guipuzcoano, el urretxuarra Imanol Garciandía (lateral derecho del Pick Szeged), forma parte del equipo de Jordi Ribera, que se mide en su grupo con la Chile de los hermanos Salinas, Suecia y Japón.
En lo alto de la tabla de favoritos aparece Dinamarca, que busca su cuarto título mundial consecutivo, algo que no ha logrado ninguna selección hasta el momento. Pese a la retirada de Mikkel Hansen, la campeona olímpica en París figura en todos los pronósticos y contará con el factor cancha hasta cuartos de final. Sander Sagosen (lateral izquierdo del Kolstad Handball) y Tobias Grøndahl (central del Elverum Handball), Mathias Gidsel (lateral derecho del Füchse) y Simon Pytlick (lateral izquierdo del Flensburg) son bazas suficientes como para intimidar.
Alemania, que ejercerá casi de local en Herning –a un paso de Kiel y Flensburg, dos cunas del balonmano teutón–, también cuenta para el título, en su condición de subcampeona en París. El torneo no otorga plazas olímpicas para Los Ángeles 2028, por lo que los seleccionadores han aprovechado para incluir novedades en los equipos. Francia, el equipo más laureado de la historia con seis títulos y último campeón antes de esta fase de dominio de Dinamarca, tiene argumentos para presentar su candidatura, lo mismo que España, bronce en los dos últimos Juegos Olímpicos y Mundiales.
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Aunque la cátedra no da un tratamiento de súperfavorito al equipo español, se trata de una formación con argumentos liderada por Alex Dujshebaev (lateral derecho y central del Kielce) y Gonzalo Pérez de Vargas (portero del Barcelona). Lo mismo se puede decir de Croacia, que jugará en casa en las primeras fases y cuenta con figuras de la talla de Domagoj Duvnjak (central del Kiel).
En toda la historia del Campeonato del Mundo solo han ganado equipos europeos, y del resto del planeta únicamente Catar alcanzó una final, en 2015. Egipto volverá a encabezar el desafío de destronar al viejo continente tras haber puesto las cosas difíciles a España en los cuartos de final de los Juegos: el conjunto de Jordi Ribera necesitó la prórroga. Brasil, Argentina, Chile y Cuba buscarán dar la sopresa.
Además de los chilenos Esteban Salinas (pivote) y Rodrigo (lateral derecho), el Bidasoa también estará representado por el portero argentino Leo Maciel y el extremo izquierdo cubano Dariel García.
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