

Secciones
Servicios
Destacamos
El 14 de enero arrancará el Campeonato del Mundo de balonmano, que se juega en Noruega, Dinamarca y Croacia y la selección de Chile llegará a la cita tras un periodo de preparación en la comarca del Bidasoa y en Fadura, incluyendo partidos contra el Amenabar, este jueves en Zarautz, y contra la selección de Euskadi, el domingo en Pasaia.
Desde octubre de 2022 el seleccionador chileno es Aitor Etxaburu, que explica las razones por las que este equipo trabaja estos días en Irun y Hondarribia. Primero, por qué en Europa: «Al estar casi todos los jugadores en equipos de España e Italia, habría que ir a Chile y volver, lo cuál no nos viene bien. Y, además, allí no tendríamos opción de jugar amistosos de calidad, porque Argentina y Brasil también vienen a Europa».
En segundo lugar, recuerda el eibartarra que «en 2023 el Mundial se jugó en Polonia e hicimos la concentración allí. Pero fueron más de dos semanas de trabajo y luego el Mundial, con lo que estuvimos más de un mes y se hizo monótono. Es entrenar, hotel y poco más y se hace pesado. Esa es una razón para no ir esta vez a Noruega, también está el idioma, los precios...».
Por ello, los chilenos han recalado en Gipuzkoa, hospedados desde el 27 de diciembre en el Hotel Urdanibia Park y entrenando tanto en Artaleku como en Hondartza. «Hablamos con el Bidasoa y el Hondarribia, con los dos ayuntamientos, y estamos muy agradecidos por cómo se han portado con nosotros. Y colaboramos participando en entrenamientos de cantera, dando charlas... Estamos muy cómodos y a gusto aquí».
Sobre todo Etxaburu, que fue jugador del Bidasoa ocho temporadas y entrenador tanto de este equipo como del Hondarribia, como los hermanos Rodrigo y Esteban Salinas, actualmente en la plantilla amarilla, se sienten como en casa. Aunque no estarán aquí hasta ir al Mundial. Aclara el seleccionador que «la propia concentración, del 27 de diciembre al 15 de enero, la vamos a partir en dos. El jueves jugaremos en Zarautz y luego iremos al Centro de Perfeccionamiento Técnico de Fadura, donde estuvimos también en noviembre».
Todo desembocará en el Mundial, donde Chile se enfrentará a España, Suecia y Japón, pasando los tres primeros a la siguiente fase. Ese es el objetivo de los sudamericanos, nada sencillo al medirse a tres selecciones que fueron olímpicas en París 2024.
Explica Etxaburu que «es un grupo muy complicado. España y Suecia van a pelear por estar arriba. Y Japón no es de ese nivel pero ha progresado muy bien. Dio la sorpresa y quedó segundo en el Campeonato de Asia, clasificándose para los Juegos Olímpicos. Perdió los cinco partidos, pero por uno contra Eslovenia y Croacia y con España estuvo hasta el final, perdió 37-33».
La 'final' de Chile, además en el tercer partido, será contra Japón, «un equipo muy rápido, muy explosivo. Nos gustaría hacer algo antes, pero la teoría dice que esa tercera plaza para la Main Round nos la tendríamos que jugar Japón y Chile». Es consciente el eibartarra de que «va a estar realmente muy complicado, pero lo bueno de esta selección es que tiene mucho espíritu y que nunca se viene abajo». Una selección con tres jugadores de Asobal, tres en la liga italiana, uno en la francesa, dos en División de Honor Plata y el resto, en Primera Nacional y en Chile.
En el anterior Mundial, Chile perdió los tres partidos de la primera fase (por uno, dos y ocho goles), ganó tres en la President's Cup (cuadro de eliminados) y ocupó la vigesimosexta posición. Ha participado en todos los mundiales desde 2011 pero nunca se ha clasificado para la Main Round. Etxaburu asegura que «somos humildes y sabemos cuál es históricamente nuestro sitio, pero queremos dar el paso porque el Mundial pasado estuvimos cerca».
Con dos años ya al frente del equipo, el eibartarra recuerda que «cuando me plantearon la opción, me hizo mucha ilusión. Dudé, mucho, pero sabía que si no lo probaba no iba estar tranquilo conmigo mismo. En este momento de mi vida lo he podido hacer, con mis hijos ya mayores. Decidí arriesgarme, aprovechar la oportunidad, porque el cuerpo me lo pedía».
Y no se arrepiente. «Estoy muy contento. Tengo mucho trabajo, porque la federación no me contrató solo para el primer equipo, también para desarrollar el balonmano en Chile a todos los niveles». Admite que «comparando con Europa, estamos muy, muy lejos».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Mikel Madinabeitia | San Sebastián
Mikel Madinabeitia | San Sebastián y Oihana Huércanos Pizarro (Gráficos)
Josu Zabala Barandiaran
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.