Victoria milagrosa del Bidasoa Irun

Alex Mozas dispuso un siete inicial para no hacer cambios ataque-defensa, mientras que el equipo portugués hacía dos cada vez. Eso sí, primero correr, después cambiar.

Desde los primeros compases del partido se percibió que ninguno estaba para bromas, que los dos sabían la importancia de los puntos en esta liguilla tan corta. El 1-0 inicial fue neutralizado pronto por el equipo portugués, que cambió el 2-2 por el 4-7, en gran parte apoyado por las paradas de Palasics, cuatro en los primeros nueve minutos.

En el trece, una tangana dejó dos exclusiones locales y una visitante e hizo aumentar la tensión, aunque no fue a más. El que sí iba a más era Palasics, con siete paradas de catorce lanzamientos en el minuto 18. Poco antes su equipo había alcanzado la máxima renta, 7-12. Justo después llegó la primera vez en el partido en el que el Bidasoa marcó dos goles seguidos, uno de Ekaitz Mujika y el otro a pase suyo de Tao Gey-Emparan. Ya en el tramo final se repitió la circunstancia aumentada a un parcial de 3-0 con goles de Esteban Salinas, Mikel Zabala y de nuevo Mujika para el 13-14. Casi el resultado del descanso, 13-15.

El conjunto amarillo arrancó el segundo tiempo con uno menos por una exclusión del primero y recibió un 0-2. Sin embargo, tras el 14-18 llegaron los mejores minutos de los locales, que empataron a 19 y a 20 para ponerse por delante en el 21-20 con gol de Cavero desde siete metros. Así marcó cinco ayer, de otros tantos intentos.

Tras el 21-21, el marcador siempre sonrió al anfitrión, con uno o dos goles de ventaja. El parcial era de 9-2 desde el 14-18 hasta el 23-21, con todos los goles de canteranos salvo uno de Asier Nieto. Pero no cedía el Benfica, atacando con siete y que a falta de cuatro minutos empató a 27-27. Aunque jugó con fuego, el Bidasoa no se quemó. Todo lo contrario. Encendió la mecha del júbilo en un Artaleku que siempre aporta y que va a seguir disfrutando de la competición europea. Y el sábado, visita al Barça.