El Bidasoa Irun reacciona tras el descanso y derrota al Motor Zaporozhye

Después de las emociones fuertes del sábado ante el Granollers, el decorado y el partido fueron distintos. Y dio la impresión de que tanto a actores como a espectadores les costó entrar en faena.

Acostumbrados últimamente a partidos en torno a 60 goles o más, se hizo raro el inicio de partido, con un 2-2 en el minuto 10, por ejemplo. En parte era porque los porteros empezaron entonados (tres paradas Mehdi y tres Komok en el minuto 9), en parte porque el Motor alargaba mucho sus ataques contra el 5-1 local y también porque el Bidasoa Irun tenía la puntería algo desviada, un problema que se fue haciendo grande según avanzaban los minutos de ese primer tiempo, hasta llegar a preocupar.

Curiosamente, en ese escenario los cuatro primeros ataques amarillos fueron contraataques y en el minuto trece el equipo rival ya tenía dos exclusiones, aunque no sufrió más en todo el primer tiempo. Como contra el Granollers, el Bidasoa no sacaba beneficio de las superioridades (1-1 en cuatro minutos), mientras que en sus tres inferioridades salía perdiendo 3-6.

Tras el equilibrio inicial el Motor se escapó a 5-8 con un parcial de 0-3 y, paradójicamente, el primer tiempo muerto del partido lo pidió el entrenador visitante, con 6-8. Evidencia de que los técnicos ven otras muchas cosas más allá del marcador. El equipo ucraniano se puso las botas en el pivote y con los latigazos de Horiha, llegando al descanso con un 9-12 inesperado, por quién mandaba y por los pocos goles marcados.

El saque del segundo tiempo correspondió a los locales, que en cuatro minutos ya habían conseguido empatar, a doce, con paradas de Harbaoui Mehdi (que se fue hasta las trece y un notable 39%) y goles de Jon Azkue, Dariel García desde el centro del campo sin portero y Asier Nieto. Los dos primeros llegaron en superioridad y esta vez sí que el conjunto de Jacobo Cuétara aprovechó esa circunstancia. Del minuto 31 al 40 el conjunto ucraniano sufrió tres exclusiones y el Bidasoa se benefició con un 6-0 en esos seis minutos.

De aquel 9-12 del descanso se pasó al 15-14, primera ventaja local desde el ya lejano 2-1, y la cuenta siguió subiendo hasta los cinco de diferencia del 21-16. Fue un cuarto de hora en el que los bidasotarras desplegaron todo su potencial, con un parcial de 12-4 en el que Azkue y Asier Nieto dejaron tres goles cada uno. Se sumó a la fiesta Skrzyniarz, parando un penalty con 21-16 en su única aparición en la pista.

El público por fin disfrutaba y se había metido en un partido que estaba encarrilado y en cuyo tramo final el Bidasoa no se despistó, llevando siempre 4-5 goles de renta hasta el 26-22 definitivo. Al final la grada aplaudió a los suyos y dedicó una cálida ovación al equipo ucraniano, que por cierto tuvo algunos seguidores, mostrando la bandera de su país.