Decepcionante derrota del Bidasoa Irun en Dinamarca ante el Skanderborg Aarhus

En el partido de la cuarta jornada se preparó un cocktail explosivo. Los protagonistas presentaban rachas contrapuestas, cinco victorias seguidas el anfitrión, cuatro derrotas en sus seis últimos encuentros el visitante. A la conocida baja de Rodrigo Salinas se sumaron a última hora las de JonAzkue, con tres puntos en el párpado de un ojo por un golpe recibido en el entrenamiento de la víspera, e Iñaki Cavero, que con gripe se quedó en el hotel. La presumible diferencia entre los dos equipos se ensanchó mucho con esas tres ausencias bidasotarras.

Pese a todo, el conjunto amarillo aguantó veinte minutos, de aquella manera. A los tempraneros empates a uno y dos goles siguió el primer acelerón del equipo danés y con 6-3 en el marcador Jacobo Cuétara pidió su primer tiempo muerto. No sirvió de mucho, porque el Skanderborg Aarhus estaba muy enchufado y siguió martilleando la portería irundarra con una efectividad muy elevada. Todos sus ataques del primer cuarto de hora menos uno acabaron en gol y así el marcador se fue a un 12-6 en el minuto 17.

Entonces Mehdi Harbaoui sustituyó a Jakub Skrzyniarz. Paró sus dos primeros balones y se fue al descanso con cinco intervenciones, pero no era suficiente.

Sí que valieron los primeros aciertos del tunecino para dar aire y opciones al ataque y cambiar el 12-6 por el 12-9 con goles de Eneko Furundarena, Víctor Rodríguez y Gorka Nieto, pero el acercamiento se detuvo ahí y enseguida el partido empezó a romperse para siempre.

En solo cinco minutos se pasó del 12-9 al 17-11. Enseguida llegaron dos contras más (19-12) y el segundo tiempo muerto de Cuétara, que no impidió que la diferencia se fuera hasta ocho en el 20-12 y en el 21-13 del descanso. En diez minutos el conjunto nórdico había despachado al Bidasoa, que se veía fuera del partido con media hora más por jugar.

Media hora que supuso una tortura, porque no hubo ni el más mínimo atisbo de remontada. Es más, en cuatro minutos un parcial de 3-1 ensanchó la diferencia a diez goles, 24-14, lo que reclamó el tercer y último tiempo muerto del entrenador asturiano. A la vuelta del mismo ordenó defensa 5-1 con Mikel Zabala y después Dariel García como avanzados. Dio algunos resultados, pero de nuevo insuficientes, porque el Skanderborg Aarhus desplegó todo su potencial, tanto saliendo del atasco ofensivo en el que le metía su rival gracias a su calidad individual como en numerosos contraataques.

La diferencia fue creciendo hasta un doloroso 36-22, ligeramente maquillado en el tramo final hasta el definitivo 38-27. Sin obviar la paliza recibida, el Bidasoa Irun es consciente de que su pelea en la European League no es con este equipo ni con el Fuchse Berlin, sino con el resto para ser tercero o cuarto. Y ahí aparece el partido del próximo martes en Artaleku contra el Eurofarm Pelister, que tiene los mismos cuatro puntos.

El equipo irundarra saldrá hoy a las 9.15 del hotel de Aarhus y, tras vuelos a Amsterdam y a Bilbao, llegará a Irun en torno a las seis de la tarde. Su siguiente cita será el sábado a las 18.30 en Artaleku contra el Huesca, décimo clasificado con cuatro puntos menos.