El Bidasoa Irun solo fue perdiendo cinco minutos en el Palau

Quien entrara tarde en el Palau se tendría que frotar los ojos al ver el 0-3 en el marcador. Leo Maciel empezó con dos paradas, el tercer tiro del Barça fue al poste y los ataques amarillos llegaron a buen puerto gracias a los hermanos Salinas, un gol cada uno, y al contraataque de Asier Nieto. También de contragolpe, en el minuto tres, llegó el primer gol de los locales, con un 25% de acierto en ese momento.

Lo bueno de ese 0-3 es que no fue una anécdota, no fue un hecho aislado. Lógicamente, el Barça reaccionó, pero le costó empatar. Y antes tuvo que ver cómo su desventaja crecía hasta cuatro goles, 4-8, algo nada habitual.

N'Guessan y Dika Mem se pusieron las pilas y empezaron a martillear la portería bidasotarra. Cinco goles del primero y dos del segundo se incluían en los nueve de los catalanes cuando empataron. También se registraron igualadas a 10 y 11 goles. Pero todavía el Bidasoa iba a dar otro arreón antes del descanso, con un parcial de 1-4 que redondeó Tao Gey-Enparan con un contraataque acabado con rosca invertida. Casi nada.

Sin embargo, el Barça no quería irse al descanso con tanto lastre y, de falta con reloj a cero, seis hombres delante y algo de fortuna porque Maciel tocó el balón pero se le coló, Dika Mem puso el 15-16, parecido al 18-17 de la semana pasada en Lanzarote, cuando el partido acabó 35-27.

En la reanudación de nuevo el peso del ataque catalán recayó sobre Mem (cuatro goles seguidos) y N'Guessan (tres) hasta el 22-22. Fue uno de los once empates del segundo tiempo, cuando el Bidasoa perdió temporalmente el dominio en el marcador. Del 17-16 al 20-19, el Barça tuvo cuatro ventajas. En total, poco más de dos minutos por delante.

Pedro Pacheco, cuatro goles en siete minutos, y Rodrigo Salinas colocaron el 20-21 y poco después se retiró lesionado Gonzalo Pérez de Vargas. Ayer no estaba Emil Nielsen, pero hasta el tercer portero del Barça es un fuera de serie. Filip Saric, hijo del también portero Daniel, entró enchufado, con tres paradas casi consecutivas, también un penalty. Eran los momentos de uno arriba Bidasoa o empate. Una fase del partido que duró quince minutos y que incluyó una renta de dos para los amarillos, el 24-26 que marcó Asier Nieto a la contra tras robar en defensa.

Dicho de otro modo, a falta de quince minutos para el final el Bidasoa Irun ganaba por dos en el Palau. Y a falta de cinco minutos seguía por delante, 28-29. Pero Julen Mujika lanzó fuera, la amenaza de pasivo propició un mal tiro de Rodrigo Salinas y el Barça se cobró un parcial de 3-0 en poco más de dos minutos. A falta de 2'20'' ganaba 31-29 y, aunque el conjunto amarillo atacó con siete, no pudo recuperar lo que por mucho tiempo sintió que era suyo. El Bidasoa vuelve este sábado y el lunes irá a Limoges, donde juega el martes.