El Bidasoa Irun necesita empezar a ganar fuera de casa

De ocho salidas en liga, seis se saldaron con derrota y los fantasmas reaparercieron el martes en la cancha del Aguas Santas Milaneza, donde los amarillos fueron de más a menos y acabaron perdiendo. La estadística en los desplazamientos europeos no es mejor, con un empate y tres derrotas, aunque dos fueron contra los dos primeros del grupo.

El Bidasoa Irun siempre apela a su fortaleza en Artaleku para remontar posiciones, pero lo debe acompañar de puntos en campos contrarios. Empezando por el del Cangas de Morrazo, al que visita este viernes (21.30 horas, LaLigaSportstv) acabando el periplo luso-gallego que empezó con el viaje del pasado domingo.

O Gatañal no es precisamente un destino que le guste a los irundarras, que desde 1995 tienen un histórico negativo, acuciado tras el retorno de la segunda categoría, con dos victorias, un empate y tres derrotas.

Así que Jacobo Cuétara la define como «una de las canchas más difíciles de la competición, donde hay más ambiente y donde más aprieta la gente. Es una cancha que siempre nos ha costado mucho».

Pero no solo es incómodo visitar al Cangas de Morrazo, que también ha sido capaz de puntuar en Artaleku saltándose la lógica que dictaba la clasificación. Ahora tampoco hay que fiarse de que los gallegos sean antepenúltimos.

El asturiano recuerda que «es un rival que nos ha quitado muchos puntos estas temporadas anteriores, aunque llevemos sin perder desde octubre de 2018 contra ellos, habiendo desde entonces bastantes empates, tanto en Galicia como en Artaleku. Es un rival que siempre nos ha costado mucho y tenemos que dar un extra».

Cuétara tiene claro que «necesitamos una victoria fuera de casa. Puede ser muy importante para el equipo, para tener confianza y creer que podemos y romper la dinámica negativa que tenemos en los partidos a domicilio».

Este jueves en León se sorteó la Copa Asobal, competición que reunirá en esa misma ciudad a los tres primeros equipos al término de la primera vuelta y al anfitrión. El sábado 17 de marzo se jugarán los partidos entre Barça y Cuenca, por un lado, y Ademar León y Granollers, por otro.

Los ganadores se verán las caras en la final del día siguiente. En este torneo hay una plaza para competición europea, que es solo para el campeón y no para un subcampeón que perdiera la final contra el Barça.