El Bidasoa Irun se acerca a Lanzarote

El conjunto amarillo se impuso 29-31 en su visita al Logroño, recibiendo 16 goles en el primer tiempo con ocho paradas de Maciel y 13 en el segundo sin ninguna intervención del portero argentino. Por lo tanto, la defensa fue clave para desarmar a un equipo que contaba con el quinto mejor ataque de la liga (31,5 goles por partido) y que solo tres veces en trece jornadas se había quedado por debajo de 30.

60 minutos son 'molto longui' y muchas veces no es como se empieza, sino como se acaba. Porque el Bidasoa Irun empezó mal. Antes de cumplirse el minuto siete, con 6-2 en el marcador, tuvo que pedir tiempo muerto Alex Mozas. El Logroño había marcado en todos sus ataques y el Bidasoa se topaba con quien fue su portero cinco temporadas, un Xoan Ledo que para el minuto ocho ya tenía cinco paradas y estuvo un tiempo por encima del 50% de acierto.

En tres minutos con dos goles de Rodrigo Salinas y otro de Iñaki Cavero, más un penalti parado por Leo Maciel, el equipo irundarra apretó el marcador, 6-5, y hasta el descanso se mantuvo el equilibrio, con rentas locales de entre uno y tres goles.

Incluso se produjo un empate, que llegó en otra circunstancia anómala como la comentada de la portería amarilla al principio. En inferioridad numérica, los amarillos hicieron un 0-2 para empatar a doce. Descontando la de Esteban Salinas porque en el mismo tramo también fue sancionado Rolando Uríos, las cuatro exclusiones sufridas se saldaron con un 4-5 a favor.

Tras el 16-15 del descanso, el partido se reanudó con igualdad, primera ventaja bidasotarra en el 16-17, y respuesta del equipo local para colocarse de nuevo dos arriba, 20-18. En siete minutos, el Bidasoa Irun solo fue capaz de marcar un gol, de penalty, pero escampó, además con varios fogonazos deslumbrantes.

Por ejemplo, el gol de Iñaki Cavero de espaldas y cayéndose, tras recoger el rechace de la parada de Ledo a su penalti. O los contraataques acabados por Rodrigo Salinas, Marko Jevtic y el propio Iñaki Cavero, que completaban el parcial de 0-4 y dejaban el 20-22 en el marcador.

A la efectividad ofensiva se sumó un titánico trabajo en defensa, que permitió recuperar numerosos balones. Y creció la diferencia hasta los cuatro goles, 25-29 (54'10''), con tres seguidos de un pletórico Gorka Nieto. Aunque el Logroño apretó (28-29 a falta de tres minutos), el Bidasoa Irun gestionó muy bien los minutos finales y se embolsó otros dos puntos.

Con las cuatro victorias consecutivas (cinco contando Europa), el cuadro guipuzcoano se coloca tercero (a falta de que hoy juegue Ademar) y empieza a pensar en hacer la maleta para Lanzarote. Así será si hoy pierde el Granollers o con los resultados de la última jornada.