

Secciones
Servicios
Destacamos
El Bidasoa Irun dejó escapar en Limoges dos puntos, o uno, que mereció con una actuación sensacional pero que no fue capaz de rematar. ... Los partidos duran sesenta minutos y el equipo francés, aunque se vio contra las cuerdas, lo entendió y llevó su esfuerzo hasta el último segundo. Con un parcial de 5-1 levantó un marcador que le había sido adverso prácticamente durante todo el encuentro y sumó dos puntos con los que empata en lo alto de la clasificación con el conjunto amarillo.
Dentro de la decepción por no haber sumado, el consuelo de que una victoria el próximo martes en Artaleku contra este mismo rival puede servir para acabar como líderes de grupo y esquivar así el play-off de octavos de final.
Limoges
Slavic (1 parada), Ivic (2), Ogando (7, 5 pen.), Nieto (4), Hrstic (2), Elderaa (4, 2 pen.), Varela -siete inicial-, Ivah (9 paradas), Yusuf (4), Guillaume (2), Kusan (4), Turchenko (2), Jon Azkue (1), Thuillier y Petit.
32
-
31
Bidasoa-Irun
Maciel (13 paradas, 1 pen.), Gey-Emparan (1), Esteban Salinas (7), Rodrigo Salinas (2), Gorka Nieto (3), García (1) -siete inicial-, Faílde, Cavero (5, 4 pen.), Jevtic (1), Zabala (1), Mujika (1), Boskos (4), Da Silva, Pacheco (3) y Asier Nieto (2).
Cada cinco minutos 2-2, 4-5, 7-8, 10-11, 13-14, 15-17 (descanso); 18-19, 20-21, 23-25, 26-29, 29-30 y 32-31.
Árbitros Jovic y Arnautovic (Bosnia), que excluyeron a los locales Petit (dos), Yusuf e Ivic y a los visitantes Jevtic (dos), Esteban Salinas, Da Silva y Mujika.
Si bien el Bidasoa Irun desaprovechó sus dos primeros ataques y el Limoges marcó el 1-0 y 2-1, los primeros minutos tuvieron color amarillo. Para el décimo, Maciel había parado dos balones y la defensa recuperado otros dos y bloqueado uno. Tan buen rendimiento de la zaga dio resultados enseguida y del 2-1 se pasó al 3-5. Incluso Gorka Nieto tuvo el 3-6 en un lanzamiento claro tras penetración que se fue al lateral de la red.
El tercer y último empate del primer tiempo, a siete, dio paso a un parcial de 0-3 con goles de Asier Nieto, Esteban Salinas y Pedro Pacheco. El Bidasoa estaba en su salsa, bien en las dos áreas, cuatro paradas de Maciel, 7-10... y le llegó una prueba de fuego, porque las exclusiones de Marco Jevtic y Esteban Salinas se solaparon durante un largo minuto. Poco importó, porque los irundarras solventaron esos cuatro minutos con un más que digno 2-1 en contra, incluyendo un penalty parado por Maciel, y siguieron siempre con rentas de uno, dos o tres goles hasta el descanso, al que se llegó con 15-17.
En esa primera media hora habían marcado diez jugadores amarillos, todos salvo el defensivo Matheus da Silva, el ayer inédito Asier Iribar y Tao Gey-Emparan y Rodrigo Salinas, que lo hicieron en la segunda mitad. En cuanto al chileno, su producción era de cinco asistencias, alguna absolutamente genial con su hermano Esteban, que ayer se lo pasó en grande, con siete goles de ocho lanzamientos.
La charla del descanso y sacar de centro sirvió al equipo francés para empatar, 17-17. Pero pronto recuperó el Bidasoa Irun el mando en el marcador, guiado por un Theodoros Boskos que marcó tres de los primeros cinco goles amarillos del segundo tiempo.
El conjunto guipuzcoano se sentía a gusto, siempre por delante, aunque fuera por solo uno o dos goles de diferencia. Se permitió incluso un fly entre Pacehco y Gey-Emparan. Enfrente, todo el arsenal del Limoges quedaba neutralizado. Ausente su figura Elderaa, fueron segundos espadas los que sostuvieron al anfitrión.
A menos de quince minutos del final volvió la renta de tres, con penalty de Iñaki Cavero para el 23-26, una renta que el Bidasoa fue capaz de mantener hasta el 27-30 que marcó Rodrigo Salinas a falta de siete minutos y medio. Para entonces, el Limoges había confiado el liderazgo de su remontada al oriotarra Jon Azkue, que en el tramo final marcó un gol y provocó un penalti. También apareció el hasta entonces desdibujado Turchenko para lanzar un misil que supuso el 31-31 a falta de 55 segundos.
Desde aquel gol del mayor de los Salinas, el Bidasoa Irun solo marcó otro, con la misma firma, el 29-31 a cinco minutos del final. Muy poca producción ofensiva en ese tramo decisivo para sacar adelante un partido tan equilibrado. Y el colmo llegó en la última jugada del partido,con un penalti inexistente, porque Esteban Salinas frenó el avance de Yusuf en nueve metros y le soltó sin pisar el área. Pero lo pitaron y con reloj a cero marcó Ogando el 32-31. El Limoges ganó un partido en el que únicamente estuvo por delante dos minutos.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.