Una fiesta con pasillo incluido

Aunque no es el último en casa –las donostiarras recibirán el martes al Cicar Lanzarote en el partido aplazado de la jornada anterior–, el club quiso aprovechar la ocasión para homenajear a las cuatro jugadoras que abandonarán Donostia a final de temporada: Cesáreo, Ainhoa Etxeberria, Moreno y O'Mullony, quien por cierto sufrió un fuerte golpe en el hombro izquierdo que le obligó a abandonar la pista mediada la segunda parte. Las cuatro recibieron una foto personal junto a un ramo de flores en un acto en el que el público y ellas mismas no pudieron contener la emoción.

Por lo demás, la tarde arrancó con un bonito pasillo del Morvedre durante la presentación por megafonía de las vigentes campeonas de la Liga Guerreras Iberdrola. Bailando al son de la música y con aplausos, las ya descendidas tuvieron un gesto ejemplar que siempre será bien recordado en la capital guipuzcoana.

En lo que al juego se refiere, fue un encuentro de poca emoción entre dos equipos que ya no tenían nada en juego. El Super Amara, lejos de salir relajado, saltó al 40x20 con la intención de hacer un encuentro serio pese a tener enfrente un Morvedre que apenas le opuso resistencia. De hecho, el 18-7 con el que se llegó al descanso ya era definitivo y en la segunda parte la diferencia siguió ampliándose hasta llegar a los catorce goles (30-16).

Otra jugadora que no olvidará nunca este viernes será Haizea Urretabizkaia. La extremo izquierdo del filial salió en el minuto 25:42 de la primera mitad y aunque falló en su primer intento se apuntó dos goles tras la reanudación. Terminó manteada por sus compañeras y ovacionada por la afición.